El PP de L'Hospitalet ha acentuado su puesta en escena xenófoba en la recta final de la campaña. En un acto centrado en la inmigración, los conservadores ha repartido un folleto en el que cubren a su candidata, Sonia Esplugas, con un niqab. En la primera página del folleto repartido aparece una franja horizontal con los ojos de Esplugas sobre la frase “Defendemos nuestra cultura y nuestra libertad”, simulando que esté cubierta con el atuendo islámico. Cuando se vuelve la página, aparece la cara completa de la candidata y diversas propuestas electorales, como prohibir el velo y vetar las ayudas sociales a los inmigrantes que “vulneren nuestras normas de convivencia”.
Este es la segunda octavilla repartida por el PP de la localidad para dar a conocer sus propuestas antiinmigración. El mes pasado la formación buzoneó una hoja de propaganda en la que proponía limitar comercios como bazares y quebabs, además de solicitar 5 años de empadronamiento para acceder a determinadas ayudas sociales. La campaña, titulada “Pensamos lo mismo”, va en línea del discurso que el PP catalán está esgrimiendo ante las municipales catalanas, a imagen de la que en 2011 llevó a Xavier García Albiol a la alcaldía de Badalona. Esplugas, que frecuentemente liga inmigración e inseguridad, se ha mostrado una orgullosa defensora de las políticas antiinmigración aplicadas en Badalona por su partido.
El llamado “modelo Albiol” es la línea principal de la campaña municipal del PP en Catalunya. La semana pasada el PP de Barcelona repartió octavillas en el Raval, el barrio con más población inmigrante de la ciudad, asegurando que el “el Raval no puede convertirse en un gueto islámico”. Alberto Fernández Díaz, alcaldable por Barcelona además de hermano del ministro de Interior, no es el único candidato del PP catalán que ha centrado su campaña en la inmigración. En Rubí la candidata del PP Mònica Querol utiliza como eslogan de campaña la frase “¡Primero los de casa!” usada habitualmente por el partido xenófobo Plataforma Per Catalunya.
Ante el empuje de Ciudadanos, que podría arrebatar lugares clave a la formación de Alicia Sánchez Camacho, el PP catalán ha optado por refugiarse en el discurso contra la inmigración que, hasta ahora, había venido haciendo PxC, un partido de claro corte racista que en las legislaturas pasadas obtuvo representación en ciudades importantes como Vic, L'Hospitalet, Manresa o El Vendrell.
De hecho los populares comenzaron a incendiar el discurso de la inmigración poco antes de la campaña electoral, con una batería de propuestas en el Parlament en las que reclamaban limitar las ayudas sociales o priorizar la sanidad para “ciudadanos de pleno derecho”, algo que va también la la línea de Ciudadanos, que considera que los inmigrantes sin papeles no deben acceder a todo el catálogo de sanidad pública y abogan fervientemente por prohibir el velo.
SOS Racisme anunció la semana pasada que llevaría la campaña del PP en Catalunya ante la Fiscalía del Odio y lamentaron que el PP haya optado por copiar el estilo de otros partidos europeos que buscan réditos en un discurso antiinmigración.