78 días después de las elecciones del 21 de diciembre, JxCat y ERC han formalizado su acuerdo para formar un Govern de coalición trasladándolo a la CUP, que debe decidir ahora si lo acepta, lo rechaza o entra a negociarlo. Como ya ocurriera en 2015, los anticapitalistas vuelven a tener la llave de la legislatura pues, sin poder contar con los dos votos de los diputados en Bruselas Carles Puigdemont y Toni Comín, los cuatro diputados de la CUP dan o quitan la mayoría al bloque.
El programa remitido por JxCat y ERC va ligado a la investidura del candidato propuesto por Puigdemont, Jordi Sànchez, encarcelado en la prisión de Soto del Real. Si el juez Pablo Llarena le impide ser investido, a parte de la batalla judicial en Europa que ya han anunciado, los partidos deberán buscar una alternativa para la que se baraja al diputado Jordi Turull. De cualquier forma, los votos de la CUP seguirán siendo necesarios.
Los anticapitalistas mostraron el pasado sábado su disconformidad con el planteamiento político que JxCat y ERC les habían trasladado, que consideraban “autonomista”, por lo que anunciaron la abstención de sus cuatro diputados en una eventual investidura de Sànchez. Como alternativa los anticapitalistas reclamaron que el Parlament, en un acto de desobediencia, permitiera votar a Puigdemont y Comín a distancia.
Otra opción es que ambos dimitan, lo que garantizaría que la suma de JxCat y ERC (66) supera a la de Ciutadans, PSC, Comuns y PP (65), suficiente para investir en segunda votación. Sin embargo, con la dimisión de uno solo no bastaría porque daría empate. Con todo, los partidos ya han mostrado que su forma preferida para efectuar la investidura es cerrando un acuerdo de legislatura con la CUP. Estas son las 10 propuestas estrella que han ofrecido:
1- Estructuras paralelas “republicanas”
Como ya comunicara Puigdemont a la CUP hace unas semanas, la intención del president cesado es crear un “Espacio libre de Bruselas” con unas instituciones paralelas a las autonómicas, que según su plan serían “republicanas en el exilio”. El espacio libre sería una réplica de la Generalitat, con una Asamblea de Electos en el papel del Parlament y un Consell de la República a imagen del Govern, presidido por Puigdemont. Las funciones atribuidas serían promover e internacionalizar la idea de la República catalana, y desarrollar la metodología de un proceso constituyente.
2- Desarrollo de un debate constituyente ciudadano
Una de las promesas a priori más seductoras para la CUP es la que tiene que ver con el desarrollo de una serie de debates ciudadanos sobre diferentes temáticas, como estadio previo a un proceso constituyente parlamentario. Según el programa de gobierno remitido, la idea es formar un Pacte Nacional Constituent con diferentes agentes políticos y sociales, desde el que promover debates ciudadanos locales, sectoriales y sociales. Esta primera fase de debate se prevé que pueda acabar en un organismo llamado “Fòrum Social Constituent”.
3- Multirreferéndum y borrador de Constitución catalana
La segunda parte del proceso de debate prevé tener elementos más materiales. En primer lugar, la propuesta de JxCat y ERC incorpora el multirreferéndum reclamado por la CUP. Este multirreferéndum sería un proceso participativo en forma de votación sobre diferentes asuntos, surgidos en el anterior debate ciudadano. De los resultados de esta consulta saldrá un borrador que los partidos quieren convertir en una propuesta de Constitución catalana. El texto presentado evita especificar si ese texto debe tener alguna relación con el Parlament, ni si se someterá a votación refrendaría.
4- Restitución de las instituciones autonómicas
En paralelo a la institucionalidad “en el exilio” y al debate constituyente, JxCat y ERC consideran una prioridad restituir las instituciones de la Generalitat autonómica intervenidas con el 155. Para ello hace falta tanto una investidura como la formación de un Govern, desde el que se debe desarrollar toda una labor de “rescate” de las diferentes áreas del autogobierno. En esta nueva etapa autonómica, según figura en la propuesta, se promoverán desde el Parlament “los debates y propuestas que emanen de los movimientos sociales, del municipalismo y del compromiso de construir una república surgido de las urnas el pasado 1 de octubre”.
5- Programa de gobierno autonómico con enfoque social
El programa de gobierno a desarrollar desde las instituciones autonómicas será, obviamente, de corte autonómico. Ahora bien, los dos grandes partidos tratan de convencer a la CUP con un marcado enfoque social, retomando las medidas más celebradas por la formación que han quedado en suspenso por el 155. Entre ellas, la Renta Garantizada de Ciudadanía, aprobada la legislatura pasada, pero que falta reglamentar y desplegar económicamente. En la misma línea se propone el despliegue de las aprobadas Agencia de Protección Social catalana, la ley de universalidad sanitaria o establecer un salario de referencia de 1.100 euros y promoverlo en la contratación pública.
6- Retoque en la fiscalidad
Uno de los grandes choques que en la pasada legislatura tuvieron JxSí y la CUP fue por la fiscalidad. Los anticapitalistas querían una reforma integral del IRPF que subiera los tipos a los tramos más altos, algo que Convergència vetó. La reforma fiscal de amplio alcance ha vuelto a quedar fuera de la propuesta, que se conforma con una rebaja de la presión fiscal a las rentas bajas y mantener los impuestos y gravámenes propios impuestos en las últimas legislaturas.
7- Recuperar leyes suspendidas
A lo largo de las 46 páginas del documento enviado a la CUP, JxCat y ERC proponen el “rescate” de diferentes leyes suspendidas y anuladas total o parcialmente por el Constitucional en las últimas legislaturas. Las fórmulas para recuperar estas medidas pueden ser diversas, desde volver a aprobarlas en el Parlament, a buscar subterfugios legales que las hagan efectivas o, llegado el caso, tratar de desplegarlas contra el veto del Constitucional.
Entre las leyes a las que se hace referencia están la 17/2015, de igualdad efectiva entre mujeres y hombres, que el Constitucional tumbó en parte, o la parte referente a la garantía del derecho a la vivienda, con expropiación a la banca incluida, de la 24/2015, anulada en buena medida y que el Govern está en fase de rescatar mediante la menos audaz ley 6/2016.
8- Cambio en la gestión de los medios públicos
Los medios públicos de la Generalitat, integrados en la Corporación Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) y la agencia ACN, han sido motivo de controversia desde hace años. Entre otros problemas, desde diversos sectores se achaca una excesiva injerencia gubernamental en sus órganos de dirección y se critica que sean moneda de negociación política. JxCat y ERC proponen ahora avanzar en mecanismos de cogestión entre la dirección y el comité de empresa, mejorar el consejo de gobierno de la entidad y garantizar la dotación presupuestaria para mantener los puestos de trabajo, entre otras medidas.
9- Hacer pública la principal distribuidora de agua, ATLL
Aigües Ter-Llobregat (ATLL) ha sido un quebradero de cabeza constante para la administración catalana desde que Artur Mas decidiera privatizarla en 2012. Tras un calvario judicial que ha acabado con un correctivo histórico contra la Generalitat, la CUP viene pidiendo que aproveche el momento para revertir la privatización. Los partidos recogen el guante, ofreciendo recuperar la gestión pública de ATLL, tal y como ya promovió ERC en los últimos presupuestos.
10- No renovar los conciertos con escuelas que segregan por sexo
Esta es otra de las medidas que las izquierdas catalanas han reclamado durante muchos años, ya desde la vigente ley educativa del gobierno Tripartit. Este año toca renovar los conciertos escolares de las etapas infantil y secundaria, por lo que la propuesta implica sacar ahora de esta red de concertadas a los centros del Opus que ofrezcan clases en esos tramos, para acabar de sacarlas definitivamente cuando haya que renovar los conciertos de la etapa de primaria, en dos años.
Sin embargo, el Gobierno central está utilizando el 155 para iniciar la renovación de esos conciertos, por lo que la propuesta hecha a la CUP también plantea “estudiar todas las posibilidades legales para tratar de revocar” la renovación del Ministerio, de haberse producido.