La apertura del juicio oral a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha puesto a la líder de Junts contra las cuerdas y su cargo al frente de la cámara catalana tiene las horas contadas. Tanto ERC como la CUP y PSC abogan por aplicar este jueves el artículo del reglamento que contempla la suspensión de los derechos y deberes de los diputados cuando se les abre un juicio oral por causas de corrupción.
Los tres partidos, con fuerza suficiente en la Mesa para forzar la aplicación del mencionado artículo, pretenden que Borràs sea suspendida este mismo jueves a las 12 del mediodía, cuando el órgano se reunirá y abordará entre otros asuntos la situación de la presidenta del Parlament. La suspensión sería provisional y no revocaría a Borràs el acta de diputada. Si que le dejaría, en cambio, sin las funciones de presidenta, sin el salario que percibe y sin poder participar en las reuniones de la Mesa, en los plenos y tampoco en ninguna comisión.
Tanto la portavoz de ERC, Marta Vilalta, como la de la CUP, Laia Estrada, y la del PSC, Alícia Romero, han confirmado este martes que activarán la opción que obligue a suspender a Borràs. Desde la CUP y el PSC, además, han emplazado a Junts y ERC a proponer “cuanto antes” un nuevo nombre para la presidencia de la cámara.
Las tres formaciones -a la que también hay que sumar C's y Vox- han defendido de nuevo este martes la conveniencia de suspender a Borràs, a la que la fiscalía le pide seis años de prisión y 21 de inhabilitación por fraccionar contratos para beneficiar a un amigo cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
La apertura de juicio oral por corrupción es el momento procesal que obliga, según el reglamento del Parlament, a suspender del cargo a un diputado. Aunque el reglamento es claro, Borràs ha insinuado que no se le debería aplicar este precepto ya que, a su juicio, al no estar acusada de malversación ya no es un caso de corrupción. Borràs podría apartarse por iniciativa propia y evitar esta votación de la Mesa, pero la presidenta del Parlament ya ha avisado en varias ocasiones que no tiene intención de renunciar a su cargo.
La decisión por parte de ERC de apartar a Borràs amenaza con abrir una nueva brecha en el Govern. La portavoz del Ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, ha dejado este martes el asunto en manos de los grupos parlamentarios y no se ha querido pronunciar al respecto. “Toca a los grupos parlamentarios fijar posición. Soy consciente de la relevancia que tendría un posicionamiento del Govern, pero no me toca a mi hacer ninguna valoración al respecto”, ha afirmado.