El PSC mantendrá a Iceta en el Parlament y prevé repetir las listas de las generales

Dice la primera regla de la ingeniería de andar por casa que si algo funciona no lo toques. A esta máxima se acogen en el PSC ante la repetición electoral del 10 de noviembre, unos comicios que los catalanes hubieran preferido evitar pero que, una vez convocados, ven como una segunda oportunidad para ganar unas elecciones que hasta el año 2008 nunca se les habían escapado. Para intentar la gesta los socialistas prevén repetir los nombres de las listas del pasado abril, con ninguno o muy pocos cambios.

El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, ha explicado que este mismo viernes se celebrará el consejo nacional del partido en el que se decidirán y aprobarán las listas. Los socialistas tienen prisa por comenzar ya un largo periodo preelectoral que, en Catalunya, se topará con la sentencia del juicio del procés. Ante estas previsibles turbulencias, el PSC quiere proponerse ante los catalanes como un partido estable y sinónimo de tranquilidad. 

Si todo sigue el plan previsto, la cabeza de lista volverá a ser Mertixell Batet, quien en el partido se da por descontado que sería también la candidata socialista a la presidencia del Congreso. También Manuel Cruz repetirá en la candidatura para el Senado y opta a volver a presidirlo. Así el líder de la formación, Miquel Iceta, se ha descartado para ocupar el cargo institucional que inicialmente Pedro Sánchez le ofreció pero que la mayoría del Parlament vetó.

Ahora Iceta apuesta por quedarse en Catalunya. Tal y como explicó este fin de semana en una entrevista en El Punt Avui, sus planes pasan por mantenerse como el líder de la oposición de facto en el Parlament, desde donde pretende seguir comiendo terreno a Ciudadanos. “Creo que me centraré en mi trabajo de intentar convertirme en president de la Generalitat”, aseguró Iceta, citando la presidencia con el punto de estrategia que caracteriza al líder socialista. El partido quiere transmitir la idea de que ganar unas elecciones catalanas ya no es imposible para ellos.

Pero, antes de que eso pase, el PSC necesitará ser imbatible en las elecciones que siempre se le dieron mejor: las generales. El pasado abril no estuvieron tan lejos, consiguiendo 12 escaños, nueve de ellos por Barcelona. Pero ERC les superó, obteniendo 15 asientos en total gracias a la combinación entre un buen resultado en el área metropolitana, y una victoria incontestable en el resto de provincias. ¿Puede el 10N dar la vuelta al marcador? Los socialistas creen que sí.

La estrategia del PSC pasaría, además de por repetir candidatos, tal como tienen previsto ERC o los 'comuns', por volver a identificar su propuesta con Pedro Sánchez. Illa, que también repetirá como director de campaña, obtuvo un buen resultado con la apuesta que hizo en abril de alinear totalmente la campaña de los socialistas catalanes con la que emanaba desde la Moncloa y no introducir apenas matices.

Aunque la campaña no está aún diseñada, el secretario de organización ha avanzado un mensaje en esa misma línea, cuando ha reclamado “a todos los votantes progresistas un voto directo, sin intermediarios” para “garantizar un gobierno progresista en España a la vista del bloqueo a derecha e izquierda”. Esta identificación sin matices entre el PSC y Sánchez comenzará este mismo fin de semana, cuando el partido celebrará su tradicional fiesta de la rosa en Gavà con la participación del presidente en funciones.

Pero en el partido saben que, por fuerza, el mensaje de la campaña no será ahora tan fácil de trasladar a los votantes como lo fue hace seis meses. Si el pasado abril Illa obtuvo buenos resultados al convertir la papeleta del PSC en el voto más claro por el 'sí' al Gobierno de Sánchez y el 'no' a la derecha, en esta ocasión necesitará introducir un tercer mensaje contra el gobierno de coalición con Podemos o contra los entendimientos con independentistas, tal y como pregona Moncloa.

Una cuestión, esta última, que en la mayoría de circunscripciones españolas puede ser más sencilla de explicar que en las catalanas, donde el PSC comparte una parte del electorado con En Comú Podem e, incluso, con ERC. Esta es una de las razones por las que, desde el socialismo catalán, la opinión más extendida en los últimos meses priorizaba un acuerdo con Podemos a la repetición electoral. El propio Iceta, ya desde 2016, se muestra abierto al pacto del PSOE con Podemos y al diálogo con los independentistas.