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El PSC elige a su primer secretario en plena convulsión del socialismo

La elección que este sábado harán los algo más de 17.000 afiliados del PSC, entre la continuidad de Miquel Iceta o la entrada de Núria Parlon como nueva primera secretaria tendrá efectos más allá del robusto pero mermado partido de los socialistas catalanes.

La fecha marcada por el calendario interno para la renovación del liderazgo ha coincidido con la convulsión del socialismo español y la apertura de un tiempo de desconcierto en el PSOE que, previsiblemente, acabará permitiendo que el líder del PP, Mariano Rajoy, permanezca al frente del Gobierno.

En este nuevo escenario, inesperado hace solo unas semanas, la actuación del PSC será examinada con lupa. No solo porque ambos candidatos hayan avanzando que mantendrán el 'no' a Rajoy decidan lo que decida el Comité Federal del PSOE, sino sobre todo porque el PSC se ha convertido en la principal fuente de oposición interna de la Gestora y, por ende, de los barones socialistas del entorno de Susana Díaz.

La maniobra de estos para apartar al exsecretario general, Pedro Sánchez, ha hecho que el PSC congele las relaciones con la nueva dirección socialista. En Catalunya algunas voces han comenzado a sugerir que es hora de “repensar” el encaje entre ambos. Entre ellos, la propia candidata Núria Parlon, que esta semana introdujo propuestas en este sentido que serán debatidas en el próximo congreso del partido, el primer fin de semana de noviembre.

Iceta es más moderado en esta cuestión y su entorno quita hierro al debate, sin disimular su incomodidad por el nuevo rumbo del PSOE, partido con el que el actual primer secretario tiene una estrecha ligazón personal.

Estabilidad contra renovación

Más allá del papel de la fuerza catalana en el devenir del PSOE, las primarias de este sábado pondrán cara a cara dos modelos sobre el futuro del PSC, un partido que ha pasado por una honda crisis electoral desde su salida del Govern, en 2010, y que se acabó saldando con diversas corrientes catalanistas en fuga hacia la órbita de ERC en 2014.

La llegada de Iceta a la primera secretaría tuvo lugar entonces como una solución de compromiso, después de que, precisamente, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, rechazara el puesto. Con todo, el liderazgo de Iceta, sin ser milagroso, ha conseguido mitigar la sangría de los socialistas.

Esta es la carta de servicios con la que se presenta a la reelección el actual primer secretario. Iceta es un político de la vieja escuela que ha sabido adaptarse a los tiempos de la nueva política y dotar al PSC posttripartit de un perfil nítido: centrista y opuesto al aventurismo soberanista.

En el campo organizativo, ha impuesto la Pax Iceta. Ahora, el veterano fontanero propone superar el periodo de recomposición con una propuesta federal que no se cierra a la consulta sobre la independencia de Catalunya, si la vía federal falla, la llamada “vía canadiense”.

Al otro lado se encuentra la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, eterno valor emergente del socialismo catalán. Parlon también propone superar con valentía la etapa postcrisis del PSC, pero ella lo hace poniendo a disposición su buena imagen pública para pilotar una renovación de calado. “El liderazgo que yo ofrezco no es de transición sino de reforma a fondo”, resumió la de Santa Coloma en una entrevista con Catalunya Plural.

Parlon viene avalada por nombres clave de las federaciones más fuertes, como la de Barcelona o la del Baix Llobregat, y su nombre es considerado por algunos sectores de su partido como un talismán para parar los pies a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su nuevo partido, con la que la de Santa Coloma comparte gramática, léxico y hasta año de nacimiento. Salir al ataque es una opción que podría seducir a los simpatizantes socialistas más jóvenes, pero en un PSC que aún se lame las cicatrices de todas las batallas perdidas en los últimos años, la estabilidad que vende Iceta es tranquilizadora.

Cohesión interna, desestabilización externa

Quizás por todas esas heridas internas que no acaban de sanar, las primarias entre los dos candidatos han sido de guante blanco. Nadie está dispuesto a abrir ahora un frente fratricida que pueda acabar de hundir la nave. Si Parlon gana, ya ha anunciado que Iceta se quedará al frente del grupo parlamentario, al menos lo que queda de legislatura. De forma correspondiente, nada hace pensar que Iceta vaya a sacar a la alcaldesa de su Ejecutiva si renueva mandato.

Es por estas pocas ganas de gresca que la situación con el PSOE incomoda de forma visible a ambos sectores que se enfrentan en las primarias. Las encendidas declaraciones del nuevo presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quien ha advertido que los catalanes estarían “revisando su relación con el PSOE” si van más allá de la propuesta federal de Granada, genera en el PSC un clima de malestar e incomprensión. Solo en el congreso se verá hasta qué punto estos misiles del exterior pueden desestabilizar la cohesión del interior impuesta por necesidad.