Carpetazo a la querella del líder de ERC, Oriol Junqueras, por el “mensaje amenazador” del Tribunal Supremo contra su excarcelación durante la pandemia. La jueza de Manresa ante la que el exvicepresident del Govern denunció el mensaje ha rechazado la querella por coacciones y amenazas en la que pedía que se investigara la advertencia del Alto Tribunal de que excarcelar a los líderes independentistas por el coronavirus sería delito.
En línea con la petición de la Fiscalía, la jueza de Manresa –partido judicial del que depende la cárcel de Lledoners– resuelve no admitir a trámite la querella y archivar el caso. La conclusión de la jueza es que Junqueras tendría que haber interpuesto la querella ante el Tribunal Supremo al atribuir el mensaje supuestamente delictivo a empleados y magistrados del Alto Tribunal, que son aforados. En suma, la jueza indica que no tiene competencia para investigar el caso.
En su escrito, la magistrada precisa que Junqueras podría interponer su querella ante el órgano jurisdiccional competente, que sería el propio Supremo. Tanto la jueza como el fiscal creen que existen indicios “suficientes” de “autoría concreta” en la confección y emisión del mensaje por parte de la Sala de la Penal del Tribunal Supremo, ya que la función de la “persona concreta” de su servicio de prensa que difundió el mensaje a un chat de periodistas “sería sólo instrumental” al describir voluntad del alto tribunal.
En su querella, Junqueras ya apuntaba que el mensaje en que se advertía de que podía ser delito permitir que los presos del procés fueran confinados en sus casas por el coronavirus se envió a decenas de periodistas en un grupo de WhatsApp desde un número de teléfono vinculado a la Oficina de Comunicación del Supremo. Tras el aviso del Supremo, las cárceles catalanas acordaron permitir confinarse en sus domicilios a una quincena de presos que tenían autorizadas salidas para trabajar en aplicación del artículo 100.2, pero ninguno de ellos los líderes del procés.
Según la juez, la teoría de la “autoría desconocida” en la confección y emisión del mensaje que apunta Junqueras es “mera conjetura”, ya que la responsabilidad recae en los miembros del Alto Tribunal, que son aforados y por lo tanto escapan a su ámbito de competencias. Por contra, la defensa de Junqueras entiende que debe ser la jueza de Manresa quien investigue a fondo los hechos antes de enviar al Supremo “una relación raonada de los motivos que hagan sólida la imputación.
Por ello la defensa de Junqueras ha recurrido el auto de la jueza y le instado de nuevo a identificar a los responsables de la “confección y emisión del mensaje amenazador y coactivo” del Supremo. Ha solicitado además al juzgado de Manresa que investigue los hechos y, para ello, citara a declarar como imputados y testigos a los responsables de prensa del Supremo y a los miembros de las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas.