El juzgado penal número 11 ha celebrado este miércoles la vista del rapero Morad y otro joven por un intento de robo con fuerza en un domicilio de Barcelona el febrero del 2018. Los dos individuos intentaron entrar presuntamente en una finca del barrio del Putxet, reventando la cerradura con un destornillador, y, al ser sorprendidos por un vecino que bajaba, insultaron y amenazaron al hombre porque les hizo una foto y huyeron.
Morad, a preguntas de su abogado, ha negado los hechos, asegurando que no tuvo ningún incidente con nadie. “No tenía ninguna necesidad”, ha afirmado. En la misma línea se ha pronunciado el otro acusado, apuntando que estaba “en casa con la madre”.
La fiscalía les pide un año y medio de prisión por intento de robo con fuerza en casa habitada y un año más por amenazas no condicionales a cada uno de los acusados. Las defensas, por el contrario, piden la absolución al considerar que no hay pruebas “concluyentes” que acrediten los hechos y su autoría.
Los hechos se remontan al 12 de febrero del 2018, alrededor de las diez y media de la mañana, cuando los dos acusados habrían intentado acceder a una vivienda, forzando la puerta de entrada con un destornillador. Fue en aquel momento que, tal y como ha explicado durante el juicio, uno de sus vecinos salió y los vio. “No me sonaban de nada”, ha afirmado. Según ha relatado, se acercó y les preguntó dónde iban, y ellos le dijeron que esperaban a un conocido.
“Cuando se alejaron me acerqué a la puerta y desde allá les hice tres fotos”, ha añadido. Al darse cuenta, ha explicado que le intentaron atacar y le increparon diciéndole que le matarían. El hombre se cerró dentro el portal y cuando ya estaban lejos volvió a salir y facilitó información a los agentes de cómo iban vestidos.
Una versión que nada tiene que ver con la de los acusados, que han optado solo para responder a las preguntas de sus abogados. Morad ha dicho que no estaba en el lugar de los hechos y también ha asegurado que no tuvo ningún incidente con nadie. “En 2018 estaba empezando a trabajar en el mundo de la música, aquel día no sé donde iba en metro pero seguramente a hacer algo relacionado con mi carrera artística, no estudiaba ni trabajaba”, ha explicado.
Durante la sesión también han declarado varios agentes de los Mossos d'Esquadra, señalando que pudieron identificar a los acusados comparando las fotografías que hizo el vecino con unas imágenes de las cámaras del metro de Lesseps. En estas se podían observar varios detalles de los jóvenes como la constitución, la cara, o los tatuajes. También coincidían con la descripción que les había facilitado el hombre en cuanto a la ropa que llevaban.
En las conclusiones, la fiscal ha subrayado que han quedado acreditados los hechos y la autoría. En este sentido, ha puesto en valor el testigo de la víctima que se ha explicado de forma “ordenada”, “sin contradicciones” y con “gran objetividad”. También ha recordado que los agentes son “especialistas” en cuanto al reconocimiento y ha apuntado que las imágenes y las fotografías son más que suficientes para acreditar los hechos.
En cuanto a la defensa, los dos abogados han coincidido en que hay una carencia de pruebas y uno de ellos ha apuntado que las fotografías de la calle podrían ser “de cualquiera de las personas que estaban en la calle en aquel momento”. También han cuestionado que no se haya encontrado ningún destornillador y que no se disponga de imprentas de la puerta que habría sido forzada, que tampoco presentaba daños.
De hecho, han lamentado que a través de unos indicios se haya desvirtuado el principio de presunción de inocencia, añadiendo que el relato construido a través de indicios no consta de suficiente “nitidez y claridad”. “La diligencia se ha hecho con contaminación de influencias externas”, ha remachado el abogado de Morad.