Las fricciones entre JxCat y ERC a cuenta de la negociación sobre la investidura de Pedro Sánchez han quedado patentes este miércoles en el pleno del Parlament, cuando el president de la Generalitat, Quim Torra, y el portavoz republicano, Sergi Sabrià, han polemizado sobre el diferente enfoque que tiene cada formación en la negociación con el PSOE. Los republicanos han interpelado a Torra sobre su apuesta por el diálogo y él les ha respondido recordando que se comprometieron a defender la autodeterminación y la mediación internacional.
“Hoy casi todos [los independentistas] estamos en el mismo punto, aunque cada uno con sus matices, porque la pluralidad es eso y es lo que nos ha permitido avanzar siempre”, ha dicho Sabrià, “se trata de saber sumarla y no de hacernos temblar los unos a los otros con movimientos cortoplacistas”. El portavoz republicano reprochaba así los amagos de JxCat sobre una posible convocatoria inminente de elecciones si ERC pacta con el PSOE.
El president no ha contestado en tono más conciliador: “Entiendo que ha expresado una opinión sobre las negociaciones que su grupo está tirando adelante con el Partido Socialista, pero yo si me lo permite expresaré la opinión del Govern”, ha iniciado. A continuación, Torra ha recordado a sus socios que el ejecutivo que comparten se comprometió a defender la autodeterminación, la amnistía para los presos y un mediador internacional para dialogar con el Gobierno. “Espero que todos los diputados hagan honor al compromiso de esta Cámara”, ha acabado lanzando Torra.
La interpelación cruzada entre socios independentistas pone de relieve la brecha cada vez más amplia que separa a las dos formaciones y, en especial, al núcleo más cercano a Torra y a los dirigentes republicanos sin responsabilidades de Govern. La posición dura del president contrasta también con la voluntad facilitadora hacia la negociación mostrada por JxCat este martes, cuando retiraron una moción sobre la autodeterminación que debía ser votada este jueves en el pleno y que hubiera puesto al Gobierno en la tesitura de decidir si recurrirla o no ante el Constitucional.
En su turno de intervención Sabrià ha tratado de arrastrar a JxCat hacia sus posiciones en la negociación con el PSOE, asegurando que su objetivo es “trasladar a una mesa de negociación los grandes consensos políticos y sociales del país”, que a su entender son “el fin de la represión y la resolución del conflicto a través de las urnas”. “Tenemos la oportunidad histórica de sentar a Catalunya y al Estado en una mesa de negociación”, ha asegurado el portavoz de ERC. “Hagámoslo posible, démonos una oportunidad”, les ha conminado desde el escaño.
Pero, tal y como ha mostrado Torra, el enfoque de JxCat es diferente y el partido apuesta por aumentar las exigencias al PSOE para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Las fricciones entre socios han sido una constante desde que republicanos y socialistas comenzaran el diálogo, hace tres semanas. Una de las razones es el papel de Torra en una mesa de negociación posterior, en la que el president cree que debe estar, mientras que para ERC esa no es una condición. Si el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno debe estar mediado por una figura arbitral es también una controversia que enfrenta a JxCat y ERC, pues los primeros lo reclaman como requisito.