Los agentes de la Guardia Civil que analizaron los correos electrónicos de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han concluido este miércoles que los líderes de la ANC y Òmnium Cultural no llamaron a la violencia a través de sus correos electrónicos. El análisis de los correos de los acusados ha arrojado pocas conclusiones claras y, de hecho, no ocupa un lugar destacado en los escritos de acusación por el que se reclaman varios años de prisión a los dirigentes soberanistas.
A preguntas de Benet Salellas, abogado del equipo de defensa de Cuixart, la guardia civil que analizó más de 34.000 correos del presidente de Òmnium y consideró que solo 17 tenían interés para la investigación ha hecho mención a un correo del 20 de septiembre, fecha en la que la entidad convocó la protesta frente a la conselleria de Economía.
En el correo, que proponía la nota de prensa a enviar con las palabras de Cuixart, el líder de Òmnium animaba a una “movilización pacífica, pero firme” y a “no caer en provocaciones” para “ser ejemplo de reivindicación de resistencia pacífica”. “Se pedía que la movilización fuera pacífica y constante”, ha destacado la agente.
Según las acusaciones, la participación de Sànchez y Cuixart en el plan soberanista se basó en movilizar a la ciudadanía el 20-S y el 1-O para impedir los registros en Economía y el mandato judicial de las fuerzas de seguridad para frenar la votación a sabiendas de que esto provocaría episodios violentos. Lo hicieron, a criterio de las acusaciones, con sus discursos, tuits, entrevistas en prensa y canales de whatsapp e iniciativas como Escoles Obertes o Crida per la Democràcia, que las defensas ven amparadas en los derechos de reunión y manifestación.
De esos canales y actos que fueron públicos y retransmitidos en directo, sin embargo, no consta rastro en sus correos. De hecho, en el caso del correo corporativo personal de Jordi Sànchez de la ANC, el guardia civil que lo analizó ha enfatizado que no hay ningún correo enviado de interés. La veintena de mensajes incluidos en su informe son correos recibidos. En el caso del correo de la presidencia de la ANC, también gestionado por Sànchez, tampoco hay llamadas a la violencia, ha indicado el agente a preguntas del letrado Jordi Pina.
“¿Hay algún mensaje diciendo 'Jordi, tenéis que actuar violentamente contra el Estado español'?”, ha preguntado Pina. “Así tal cual no”, ha respondido el agente. El único mensaje donde aparece la palabra violencia es en un correo que recibió Sànchez y que trazaba posibles escenarios sobre como el Estado podía “parar” a la sociedad civil independentista. Además de “abriendo causas judiciales”, “desinformando” o mediante ilegalizaciones, el correo también contemplaba la “violencia” en casos esporádicos o a través de “grupos armados catalanes o de extremaderecha”.
Los correos de Trapero a Forn
Por la mañana, el guardia civil que analizó el correo del exconseller de Interior Joaquim Forn ha hecho hincapié en un correo del 30 de septiembre en que el major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, reporta que Òmnium y ANC impulsaron durante el fin de semana concentraciones en los centros de votación para “no abandonar los colegios hasta que finalice la consulta”.
En su declaración como testigo, Trapero explicó que el cuerpo tuvo constancia de esas concentraciones y así informó de las mismas a la conselleria, y que las patrullas avisaron de que a las 6:00h. del 1-O la policía volvería a impedir la votación –la Fiscalía lo ve como una prueba de que la policía catalana colaboró en vez de impedir el 1-O. No obstante, al no hallarse el viernes y el sábado material para la votación –urnas, papeletas, etc.– las patrullas no las disolvieron, añadió Trapero. Por contra, el comisario de Información Manel Castellví dijo que no se vincularon las concentraciones previas en los colegios con la votación.
A preguntas de la defensa de Joaquim Forn, que ejerce el penalista Xavier Melero, el agente ha matizado que no hay ningún mensaje de respuesta en que el exconseller formule “indicaciones” o “modificaciones” de los planes de los Mossos. Tampoco consta la “opinión” de Forn en los correos sobre la designación del coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador policial del 1-O ni hay respuesta a la petición de un sindicato para convocar el Consejo de la Policía de Catalunya.
El último testigo en comparecer ha sido el guardia civil que analizó el correo del exconseller de Justicia Carles Mundó. En su informe incluyó los correos que se cruzaron con varios jueces decanos que pedían abrir antes los juzgados de guardia el 1-O. No obstante, a preguntas de la defensa, que ejerce el abogado Josep Riba, el agente ha admitido que no incluyó en el informe entregado al juez Llarena los mensajes del presidente del TSJC en los que agradecía el trabajo de la conselleria de Justicia el 1-O.