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Torra se compromete a no adelantar las elecciones hasta la sentencia del juicio al 'procés'

Una imagen de unidad para intentar atajar la crisis. El president de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresident, Pere Aragonès, se han reunido este viernes tras la enésima jornada de bronca en el Parlament entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, que rompió el tabú sobre un posible adelanto electoral. Después de la tormenta, Torra ha enviado un mensaje de calma, al menos hasta que se conozca el resultado del juicio a los dirigentes independentistas en el Tribunal Supremo: “El Govern está fuerte y unido y garantizamos esta unidad como mínimo hasta el día de las sentencias”.

En una comparecencia conjunta en el Palau de la Generalitat tras más de tres horas de reunión, Torra, designado president por Carles Puigdemont, y Aragonès, que ha cogido las riendas de ERC en la Generalitat desde el encarcelamiento de Oriol Junqueras, han querido mostrar que tensión vivida entre las fuerzas independentistas no contagia al Govern, pese a que la estabilidad del Ejecutivo catalán ha quedado tocada.

“Las discrepancias entre socios de Govern son legítimas, es razonable que partidos distintos tengan fórmulas y propuestas distintas para resolver las dificultades”, ha sostenido Aragonès en el único viso de autocrítica de la declaración. El vicepresident ha enfatizado, en línea con Torra, que la estabilidad del Govern “está garantizada”, si bien ha matizado que “tendremos que tomar decisiones cuando se conozca la sentencia”.

De esta forma, Torra y Aragonès han vinculado la legislatura catalana y su duración a la causa judicial contra los dirigentes independentistas. La previsión es que el Supremo empiece a juzgar a los exconsellers y los activistas en enero, lo que dejaría la sentencia para antes del verano.

“Los juicios marcan esta legislatura de manera clarísima”, ha abundado Torra, que ha responsabilizado a la Justicia de las discrepancias entre independentistas. “No podemos desvincular la situación de la persecución política más fuerte desde el franquismo”, ha lanzado Torra, que ha lamentado la “amenaza constante del Estado que pese al cambio de Gobierno no quita el pie del pedal de la represión”. “El espíritu del 155 continúa”, ha zanjado.

En este sentido, Torra ha reconocido que la mayoría independentista “no significa haber recuperado las instituciones” debido a “discutibles resoluciones judiciales”, en referencia a la suspensión automática de los diputados presos y procesados por rebelión que acordó el Tribunal Supremo. Con todo, el president ha emplazado a ERC y al resto de actores del soberanismo a “definir con mas concreción el camino a seguir”. “Tenemos que hablar más entre nosotros para trazar el horizonte”, ha asegurado, para a renglón seguido proclamar que el Govern se mantiene “firme para alzar la república del primero de octubre”.

El ultimátum a Sánchez

Respecto al ultimátum al Gobierno de Pedro Sánchez que lanzó Tora el martes, desinflado por sus propios socios, el president ha mantenido que la estabilidad del Ejecutivo central está vinculada al diálogo sobre la autodeterminación, si bien el plazo del mes de noviembre ha parecido difuminarse. “Una cosa es la estabilidad parlamentaria y otra la puerta abierta al diálogo. Mantendremos siempre la puerta abierta al diálogo”, ha defendido Torra.

Por su lado, Aragonès ha reiterado que el Govern “está abierto al diálogo y a la negociación”, aunque ha advertido: “No se puede pedir a los diputados del Congreso que den una estabilidad gratis si no cambian los elementos que tenemos sobre la mesa”.