La ruta que recorre una antigua línea de ferrocarril a través de túneles, pueblos y viaductos que es perfecta para una caminata
Ya sea con el objetivo de descubrir nuevos caminos, experimentar novedosas y singulares aventuras, o para disfrutar de una tarde en familia, las rutas alrededor de la naturaleza española se presentan como una gran alternativa para deleitarse con todo lo que algunos enclaves tienen que ofrecer. Así, a lo largo del país, varias Vías Verdes destacan como una opción idónea para adentrarse entre frondosos bosques o para apreciar de cerca el caudal de ríos y afluentes durante un día al aire libre.
Utilizadas en el pasado como trazados de ferrocarril, las Vías Verdes se adaptaron con el desuso de este medio de transporte hasta configurarse como itinerarios no motorizados perfectos para ser recorrido a pie o en bicicleta. En el año 1993, España contaba con más de 7.600 kilómetros de líneas ferroviarias sin servicio, de las cuales se han acomodado más de 120 caminos rodeados de naturaleza en la actualidad.
Entre las provincias de Teruel y Tarragona, una Vía Verde destaca por su singular historia, así como por cruzar varios túneles, pueblos y viaductos a la par que sigue el cauce del río Ebro. De esta manera, el Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán se erige como una alternativa idónea para todos los amantes de la naturaleza, así como una opción perfecta para disfrutar de nuevos recorridos junto con familia o amigos.
La historia del Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán
Para conocer la historia de la Vía Verde de la Val de Zafán, es necesario remontarse a sus inicios como itinerario ferroviario, cuando este conectaba el municipio de La Puebla de Híjar con el de Tortosa, a finales del siglo XIX. Desde entonces, tanto los cambios de parecer relacionados con los objetivos de la empresa ferroviaria -denominada compañía de los Ferrocarriles de Zaragoza al Mediterráneo-, como los conflictos que asediaron al territorio español durante el siglo XX derivaron en una cancelación del proyecto y un posterior abandono de las instalaciones.
Así, en el año 1971, tras el hundimiento de un túnel, se suprimió de manera definitiva la explotación de la línea, tan solo 25 años después de su puesta en marcha. Años después, los terrenos fueron aprovechados para constituir la Vía Verde del Val de Zafán, un camino marcado dividido en etapas -marcadas por su primera misión como itinerario ferroviario- y con comienzo en la Estación de La Puebla de Híjar.
Las etapas del Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán
A lo largo de la Vía Verde, es posible dividir el camino en varias etapas en función de las antiguas paradas del ferrocarril a su paso por cada municipio. De esta manera, a lo largo de cada fase del recorrido será posible disfrutar de varias construcciones antiguas como túneles o puentes, llevados a cabo en el proyecto de construcción de las vías durante los siglos XIX y XX.
Así, el itinerario a través de la Vía Verde de la Val de Zafán transcurre a lo largo de varias de las antiguas estaciones habilitadas durante el uso del ferrocarril, algunas de las más reconocidas son:
- Estación de La Puebla de Híjar
- Estación de Puigmoreno
- Estación de Valdealgorfa
- Estación de Valdeltormo
- Estación de Torre del Compte
- Estación de El Pinell de Brai
- Estación de Xerta
- Estación de Aldover
- Estación de Roquetes
- Estación de Tortosa
El pueblo de Tortosa
Al final del itinerario, el pueblo de Tortosa ofrece una gran oportunidad para descansar tras un largo trayecto. El pueblo, considerado en la actualidad como la capital de la comarca del Baix Ebre, cuenta con gran riqueza cultural e histórica.
Así, a lo largo de la villa es posible disfrutar de varios monumentos, marcados principalmente por el paso de gran número de civilizaciones que habitaron el enclave; como romanos, musulmanes, judíos o cristianos. El castillo de la Zuda o la catedral de Santa María son muestras de ello.
El Parque Natural de Els Ports
La Vía Verde también atraviesa el Parque Natural de Els Ports, un espacio que destaca por su riqueza en biodiversidad, siendo el hogar de especies como la cabra montesa o el buitre leonado. Además, el área presume de un aislamiento ejemplar, que le permiten mantener un estado de conservación casi intacto, favoreciendo a todas las especies que habitan el mismo.
Este también es una gran alternativa para los amantes del senderismo, con rutas como la del Estrets d’Arnes o la subida al Mont Caro, por lo que lo vuelven una alternativa a tener en cuenta durante el recorrido de la Vía Verde de la Val de Zafán.
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