Torra frena la mesa de negociación con el Gobierno para seguir insistiendo en un mediador

Como si se tratase de un homenaje a Salvador Dalí, en los últimos tiempos los relojes que cuelgan de las paredes del Palau de la Generalitat se derriten. El tiempo y los plazos tienden a alargarse y acortarse dependiendo de la perspectiva y el momento. Si la semana pasada el Govern informó de que la legislatura podía alargarse hasta el otoño pese a que el president la había dado por agotada unos días antes, este martes el plazo para iniciar la mesa de negociación con el Gobierno central, que había quedado fijada para el mes de febrero, también se ha dilatado hasta una fecha sin concretar.

El president de la Generalitat, Quim Torra, y la parte del Govern en manos de JxCat, ha optado por frenar la mesa, al menos de momento, para continuar insistiendo en la necesidad de que esta incorpore un mediador. “Unos días arriba o abajo no nos condicionan. Estamos trabajando para que la mesa tenga las mejores condiciones posibles y garantías para resolver el conflicto político. Si eso quiere decir que nos tenemos que esperar, nos esperaremos”, ha asegurado la consellera portavoz, Meritxell Budó.

Con la palabra “garantías” JxCat alude a la figura arbitral que reclaman como “imprescindible” y que, en cambio, por parte de ERC consideran positiva pero no necesaria para sentarse en la mesa. Desde el Gobierno central rechazan de forma tajante que vayan a aceptar un mediador. “Es importante superar fases pasadas”, zanjó sobre el tema la semana pasada la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.

La cuestión del mediador es un escollo que ha ido apareciendo y desapareciendo según la mesa de negociación avanzaba. Por ejemplo, en la reunión mantenida entre Sánchez y Torra hace dos semanas, el president no planteó su intención de retomar la figura del relator que en febrero de 2019 hizo descarrilar las negociaciones entre el Palau y la Moncloa. Sí se pusieron de acuerdo, en cambio, en celebrar la primera reunión de la mesa a lo largo del mes de febrero. Un plazo que ahora el Govern no parece dispuesto a cumplir.

El cambio de actitud de Torra y el Govern se visualizó solo un día después del esperado encuentro entre presidentes, cuando el Parlament aprobó con los votos independentistas una propuesta de resolución que reclama un mediador como una de las garantías de cumplimiento de los acuerdos de la negociación.

A esta votación se agarra ahora Torra para condicionar el inicio de la mesa de negociación a que Sánchez acepte esta figura. “El president ha manifestado que se remite al acuerdo del Parlamento que considera necesaria la figura del mediador, porque es necesaria para garantizar el éxito de las conversaciones”, ha indicado Budó. Desde ERC discrepan de la interpretación de JxCat y consideran que la negativa del Gobierno a aceptar un mediador no puede ser un obstáculo para que la negociación comience.

Entre los republicanos, las sospechas de que Torra dilata el calendario la mesa porque en realidad desea boicotearla aumentan día tras día. Este lunes la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, fue enérgica a la hora de exigir que se convocara la mesa antes del fin del mes. “Debe ser cuanto antes, no entenderíamos que alargue más allá de este mes”, indicó Vilalta, “no podemos perder más tiempo para empezar a solucionar el conflicto político”.

Pero nada de lo explicado por la portavoz del Govern este martes hace prever que la mesa esté lista para la semana que viene. Más bien al contrario. Según ha indicado Budó el president no ha nombrado aún a los miembros del equipo técnico que debe preparar el encuentro con sus homólogos de la Moncloa. Tampoco ha querido aclarar la consellera si en la reunión mantenida este lunes entre partidos y entidades independentistas hubo consenso sobre la figura del mediador o sobre el calendario. El Govern se ha limitado a hacer un nuevo borrón en el calendario, el enésimo, sin ser capaz de fijar otra fecha.