El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha decidido aplazar el pleno de investidura convocado para el próximo lunes después de que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena haya negado al candidato Jordi Sànchez el permiso para asistir al debate. Según fuentes parlaementarias, Torrent esperará hasta que el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) se pronuncie sobre el caso de Sànchez.
Después de que el Supremo tomase esta decisión, la defensa de Sànchez ha anunciado un recurso a la justicia europea por considerar que se ha vulnerado el derecho a la participación política. Según esta defensa, el recurso se interpondrá el lunes a primera hora y el TEDH tiene, en principio, 24 horas para posicionarse. El presidente del Parlament esperará la decisión de Estrasburgo antes de volver a convocar el pleno.
Pese a que algunas voces de la candidatura de Puigdemont habían especulado este viernes con la posibilidad de mantener el debate, desde JxCat han reaccionado a la decisión mostrando su asentimiento. Según han explicado, el aplazamiento permite “desarrollar la estrategia de Estrasburgo”. Mientras, la CUP ha reclamado que “la maquinaría del Estado” no marque el ritmo del Parlament.
El presidente del Parlament pidió a Llarena por carta esta semana que permitiera la investidura del candidato, alegando que había sido el propuesto por la mayoría de la Cámara. “Como ya sabe, tanto la propuesta de candidato como la fecha del pleno de investidura son dos facultades que me corresponden como presidente del Parlament de Catalunya”, le aseguró Torrent al magistrado.
Además del recurso ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, desde JxCat habían anunciado una batería de medidas judiciales si el juez impedía la investidura de su diputado, como ha ocurrido, entre las que se contaba una querella por prevaricación.