El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha admitido a trámite la querella que la Fiscalía interpuso contra el president de la Generalitat, Quim Torra, por un presunto delito de desobediencia a la orden de retirada de los lazos amarillos de la Generalitat por parte de la Junta Electoral Central (JEC).
Se trata del primer paso de la investigación penal contra el president, que tiene derecho a recurrir la admisión a trámite. La sala civil y penal del TSJC, además de aceptar la querella, ha nombrado instructor de la causa contra Torra al magistrado Carlos Ramos, de tendencia progresista.
Al no valorarse en la admisión a trámite el fondo de la cuestión, el TSJC recuerda que la presunta desobediencia de Torra planteada por la Fiscalía “es susceptible y está necesitada de una investigación con autonomía de criterio, independiente y con respeto al principio de contradicción” por parte del magistrado instructor. Ahora Ramos deberá decidir sobre las diligencias solicitadas por la Fiscalía –entre ellas la citación de Torra como imputado– así como las que pueda proponer el president en su defensa.
En su querella, el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, sostuvo que Torra mantuvo “aunque fuera de manera encubierta o simbólica” los carteles, imágenes, figuras, fotografías y “simbología en general de la misma naturaleza ideológica y partidista” que la JEC le había instado a retirar. Recalcó el fiscal que los lazos y el resto de símbolos “son representativos únicamente de una parte de la sociedad”.
El requerimiento de la JEC “reiteradamente desatendido” por Torra es una “circunstancia de especial gravedad”, abundó el fiscal. El motivo es que el incumplimiento del president “incide directamente en el derecho de participación política de la totalidad de la ciudadanía, que debe ser especialmente tutelado y preservado”.
Torra ha reaccionado a través de Twitter colgando una foto en la que se le ve firmando la notificación de la querella del fiscal. “Ante un estado autoritario, hemos decidido vivir sin miedo. Con la libertad de expresión, hasta las últimas consecuencias”, ha aseverado.