Engañaron a particulares y empresas para que les alquilaran sus casas. Pero su objetivo no era vivir en ellas, sino transformarlas en pisos turísticos sin licencia, que llegaron a publicitar en webs como Airbnb. Así describe la Fiscalía una trama de alquiler turístico ilegal, con extorsiones incluidas a algunos dueños de los pisos, que se ha empezado a juzgar este lunes en Barcelona. “Prepárate para vivir en el infierno”, fue una de las amenazas que habría proferido uno de los acusados a un propietario.
La Fiscalía ha sentado en el banquillo de los acusados a diez personas y pide penas de entre cinco y nueve años de cárcel por los delitos de organización criminal, estafa, falsedad documental, extorsión y coacciones. Las penas solicitadas más altas son para el padre y el hijo considerados como líderes de la trama. El fraude les habría reportado beneficios de alrededor de 600.000 euros. La trama operó entre 2017 y julio de 2020, cuando fue desarticulada.
La lucrativa actividad de los pisos turísticos (ahora en el punto de mira del Ayuntamiento de Barcelona, que quiere cerrarlos todos) ha hecho que terminen siendo objetivo de redes criminales. Es el caso de la trama que sobornó a varios funcionarios municipales, un caso ya sentenciado. Otros casos, como uno que desveló elDiario.es y que investiga otro juzgado de Barcelona, incluso se idearon por parte de economistas.
El caso que se ha empezado a juzgar este lunes en la sección 7ª de la Audiencia de Barcelona es un entramado de varias empresas, aunque la mecánica del fraude descrita por la Fiscalía (y que los acusados niegan) es bastante simple. En conjunto, en el escrito de acusación se cifran en 48 las viviendas afectadas, la mayoría en el distrito del Eixample, cuya propiedad era tanto de particulares como de inmobiliarias.
Según la fiscal, los acusados presentaban a los propietarios “documentación alterada” como nóminas y contratos de trabajo falsos, con el objetivo de “aparentar solvencia económica como arrendatarios”. Se trataba de documentos de empresas sin actividad creadas por los propios acusados.
Una vez en el piso, agrega la fiscal, la trama abonaba en muchos casos la fianza y el primer mes de alquiler, para inmediatamente “realizar obras en las viviendas sin conocimiento de los propietarios”. El objetivo: aumentar el número de habitaciones y realquilarlas a turistas de forma ilegal, pues las viviendas no tenían licencia turística. Los pisos luego se anunciaban en Airbnb o portales inmobiliarios como Idealista.
“Si te tengo que matar te voy a matar”
La acusación destaca que la trama no solo se quedó en el realquiler turístico ilegal (con el consecuente impago del alquiler a los propietarios). También creaba “un clima de terror” en los propietarios cuando acudían a los pisos alertados por los vecinos debido al trasiego de turistas en los edificios y los ruidos que generaban.
En los pisos, los acusados habrían instalado cámaras de seguridad, que les servían para controlar si acudían los propietarios. Cuando los veían, iban rápidamente a increparlos, según la Fiscalía. “Les exigían que abandonasen el lugar bajo amenazas de llegar a causarles algún mal”, detalla el escrito. Incluso en ocasiones llamaron a los Mossos exhibiendo los contratos falsos de alquiler para solicitar a la policía que expulsaran a los propietarios.
Y no se quedaron aquí. Uno de los acusados, tras haber sido detenido cuando se desarticuló la trama, habría amenazado a uno de los propietarios al grito de “prepárate para vivir en el infierno, si te tengo que matar te voy a matar, pero de ahí te vas a ir”. Esa misma tarde agrega la fiscal, otros dos acusados acudieron al piso para cambiar la cerradura pese a que días antes la propiedad les había entregado 10.000 euros para que abandonasen la vivienda.
El escrito de acusación cita al menos otro caso de extorsión para marcharse del piso alquilado. En este caso fue el propietario el que cambió directamente la cerradura de la vivienda, lo que provocó que dos miembros de la rama le intentaran agredir a grito de “te vamos a matar hijo de puta, si no entregas las llaves te reventamos la puerta”.
Una de esas extorsiones, ha indicado una de las defensas durante el trámite de cuestiones previas, no debe formar parte del juicio ya que ya fue juzgada en otro procedimiento. La sesión de este lunes se ha solventado con inhabitual rapidez al proponer las partes muy pocas cuestiones previas.
Los acusados declararán al final del juicio, dentro de dos semanas. Antes desfilarán ante el tribunal varios agentes de Mossos d'Esquadra y de la Guàrdia Urbana, además de la cincuenta de víctimas de la trama. Al inicio de la sesión de este lunes, el abogado que representaba a algunas de ellas como acusación particular ha comunicado que se retira, por lo que la Fiscalía será la única acusación del juicio.