El grupo del PSC en el Parlament ha visualizado este miércoles en el arranque del pleno la nueva situación de los diputados díscolos Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura, a los que ha cambiado de escaño para sentarlos juntos en la última fila que corresponde a los socialistas catalanes, la que comparten con C's.
De esta forma se hace visible en el hemiciclo el nuevo estatus de estos tres diputados, después de que el PSC les suspendiera de sus cargos parlamentarios por haber roto la disciplina de voto sobre la consulta soberanista en el pleno de la semana pasada para pedir al Congreso el traspaso de la competencia para convocar un referéndum.
Con esta medida cautelar, a la espera de que se pronuncie sobre ellos la Comisión de Garantías del PSC, los tres no podrán intervenir en el pleno en nombre del partido, por lo que no podrán defender interpelaciones ni mociones, ni hacer preguntas al Govern.
En su defensa, una delegación de unas 20 personas de la corriente del PSC Avancem ha anunciado que se desplazará este miércoles por la tarde a la sede del partido en la calle Nicaragua de Barcelona para entregar una carta de protesta contra la decisión del grupo parlamentario, que también se entregará en la Federación de Girona.
Ironía en el pleno
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, no ha dejado pasar por alto la cuestión y ha rebatido con ironía las peticiones de diálogo con el Gobierno central por parte del primer secretario del PSC asegurando que tendrá en cuenta el ejemplo de diálogo que ha dado el dirigente socialista con los diputados díscolos del PSC.