El vicepresident del Govern, Jordi Puigneró, ha asegurado que la comida organizada por la periodista Pilar Rahola, en la que participó junto a una veintena de personas, cumplió con todas las normas de prevención contra la covid-19 que rigen en el sur de Francia, donde se celebró. El conseller de JxCat ha rehusado opinar en rueda de prensa sobre esta cuestión al considerar que se trata de un asunto “privado”, pero en conversación informal con los periodistas en el Parlament ha rechazado las críticas y ha justificado su participación en el encuentro, informa EFE.
La polémica surgió después de que Rahola publicara en su cuenta de Instagram una fotografía con los 21 invitados a su “paella de verano”, en la que se les veía juntos y sin mascarilla. Al encuentro acudieron personalidades como el expresident Carles Puigdemont, los exconsellers Antoni Comín y Lluís Puig, el exlíder de Podem Catalunya Albano Dante Fachin y el diputado de Bildu en el Congreso Jon Inarritu, además de Puigneró.
Jordi Puigneró ha admitido que esta foto puede “crear confusión”, pero ha defendido que estaban en unos amplios viñedos, al aire libre, y que solo se quitaron la mascarilla para tomar la instantánea. El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, se pronunció este miércoles al respecto advirtiendo de que “todos los responsables políticos” deben “cumplir las normas”.
A diferencia de Catalunya, donde están prohibidos los encuentros sociales de más de 10 personas, en el sur de Francia no hay una restricción que imponga un límite al derecho de reunión. En la región de los Pirineos Orientales sí es obligatorio el uso de mascarilla por la calle –salvo en espacios abiertos como bosques y la playa– y se ha impuesto el cierre de bares y restaurantes a las 23:00 horas y vetado el consumo de alcohol en la vía pública para intentar contener el avance del virus.
No obstante, el vicepresident acudió a la comida el mismo día en que el Govern volvió a insistir en pedir a la ciudadanía que redujera lo máximo posible los encuentros sociales con personas distintas a las convivientes en aras a impedir la trasmisión del virus y frenar el colapso hospitalario que empieza a sufrir la comunidad.