El expresident Pujol volverá este lunes al Parlament, en esta ocasión llamado por la Comisión de investigación sobre el Fraude y la Evasión Fiscal, para dar explicaciones sobre las acusaciones de corrupción que pesan sobre él. Será la tercera vez que comparezca después de su confesión pública de haber mantenido dinero oculto en el extranjero. La primera vez lo hizo ante el Parlament, en la comisión de asuntos institucionales, la segunda ante la jueza Beatriz Balfagón, que le citó como imputado junto a su esposa, Marta Ferrusola, y tres de sus hijos en la causa abierta tras la confesión del patriarca.
La tercera comparecencia del expresident se realizará a petición de la comisión sobre el fraude, que en diciembre decidió citar a toda la familia Pujol. Los primeros en pasar por el Parlament serán Jordi Pujol, su esposa, Marta Ferrusola, y el hijo mayor de ambos, Jordi Pujol Ferrusola, que están citados este lunes. Oleguer, Oriol y Pere han sido llamados para el 2 de marzo, y el 9 del mismo mes acudirán los tres restantes, Mireia, Marta y Josep. En este momento, de los 9 miembros de la familia Pujol-Ferrusola, solo Josep no está imputado en alguna causa judicial.
Jordi Pujol volverá a verse las caras con los diputados en una coyuntura muy diferente a la que lo hizo en la anterior ocasión, cuando acudió sin que aún pesara la imputación judicial sobre él. En aquella comparecencia, el expresident se limitó a contar la historia de cómo su padre, Florenci Pujol, había ganado el dinero que supuestamente luego le dejó en herencia en una cuenta andorrana, sin entrar a responder a las preguntas de los diputados. Pujol se permitió entonces incluso abroncar a los miembros de la cámara con unas palabras que ya se han convertido en célebres: “Si se corta la rama de un árbol”, dijo el expresident en tono bronco, “caerán todas”.
Esta vez el expresident acude a la Cámara catalana estando imputado y sin haber dado explicaciones sobre el origen de su fortuna. Pujol no ha podido justificar con documentos que el dinero proviniera de su padre y ha cambiado de versión. Mientras en su confesión de julio el ex líder nacionalista hablaba de “herencia”, posteriormente habló de “legado” para justificar la falta de documentos testamentales. En su declaración ante la juez, Pujol negó haberse hecho nunca cargo del dinero oculto, que según su historia habría custodiado Delfí Mateu, socio de su padre en Banca Catalana, después su primo Joaquim Pujol y por último su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola.
Revelaciones en la 'Comisión Pujol'
A la complicada situación judicial se le suma el hecho de que Pujol llega a la comisión bautizada extraoficialmente con su nombre precedido por varias declaraciones inculpatorias por parte de anteriores comparecientes. El ex fiscal Carlos Martínez Villarejo, uno de los juristas que preparó la querella contra Pujol por Banca Catalana, acudió en enero a la comisión y aseguró que el expresident tenía la capacidad de condicionar a los jueces. Además, Villarejó pidió que el juez buscara en el sumario del juicio de Banca Catalana el origen de la fortuna de Pujol porque consideró “razonable” trazar causalidad entre el dinero oculto y el hundimiento del banco.
Más lejos llegó José Matas Zapata, coronel de la Guardia Civil retirado, quien había estado destinado en Andorra y a quien se le atribuye haber espiado para el CNI. Zapata aseguró ante la comisión que Marta Ferrusola viajó entre 1991 y 1997 al país pirenáico cada dos o tres meses acompañada de alguno de sus hijos para ingresar dinero, “aunque en aquel momento nadie pensaba que era dinero sucio”, aseguró el ex coronel. Matas Zapata conocía los viajes de la esposa de Pujol puesto que él era el encargado de gestionar que los mossos d'esquadra encargados de la escolta de Ferrusola pudieran acceder a Andorra armados, y algunas informaciones le atribuyen haber sido el hombre de confianza de la familia Pujol en el país vecino.
La última revelación importante en la comisión se produjo el día 16 de este mes, cuando compareció Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol y cofundador de Banca Catalana. Él marido de la hermana pequeña del expresident aseguró ante los diputados que nunca supieron que Florenci Pujol hubiese dejado un legado para sus nietos, y descartó que el dinero oculto pudiese provenir de los negocios del abuelo. “Florenci Pujol hizo dinero, pero no demasiado”, aseguró Cabana.
Preguntado por la posibilidad de que el dinero andorrano procediese del vaciado de Banca Catalana, el cuñado de Pujol aseguró que era imposible porque el expresident había donado sus acciones. Sin embargo explicó que, después de la compra de la entidad por parte del Banco de Vizacaya, las acciones que valían una peseta se revalorizaron un 300% o 400%. Si Pujol hubiera guardado sus acciones en vez de donarlas podía haber recuperado una parte sustancial del dinero inicial, valorado en unos 188 millones de pesetas, una cifra no lejana de los 140 millones que asegura que dejó su padre en legado.