Talento, oficio, pasión y sensibilidad. Esa es la combinación que asignó Rafel Nadal para describir la forma de narrar de Xavier Febrés a la hora de exponer tres conversaciones que enfocan y desenfocan Grecia para aproximar al lector a su crisis y, también por extensión, la de los países del sur de Europa.
El escritor y periodista Xavier Febrés acaba de publicar “El mirall de l’Acropòlis” (Voliana Edicions), un libro que recorre diferentes escenarios de la capital griega. Y aunque no puede considerarse un manual de viajes, advirtió el periodista, “sería bueno leerlo antes de ir a Grecia”, apuntó.
Historia, amor y economía son las tres rutas que toma el escritor para caminar sobre el paisaje helénico de Atenas. A través de tres conversaciones largas, profundas y bien documentadas, el autor muestra los entresijos de la cultura griega y de su eco en el resto de los países que abrazan el mediterráneo. El primer interlocutor es Spyros, un profesor de historia que se detiene en los más destacados pasajes históricos de Grecia para llegar al presente, entenderlo y pedir emprender un cambio estructural. Una reflexión que incide en la necesidad de recuperar los valores individuales del esfuerzo, la austeridad y la honradez tanto como los valores colectivos de la igualdad de oportunidades, la justicia y la solidaridad. Para huir de la agonía crónica en la que se ve sumida Grecia y Europa.
El segundo de los relatos, el de la periodista Eleftheria, describe otra pasión: el amor, o más bien, el desamor. La periodista prefiere hablar más de esa pasión que de crisis, pues la considera una de las medidas anticrisis más necesarias, tal y como deja constancia en su conversación con el escritor. Extrapola el amor y las relaciones personales a la lucha por un sistema mejor y es así como halla el enlace entre ambos aspectos. En un mundo dominado por un fuerte consumismo, la periodista hace paralelismos con la manera que la sociedad consume el amor. Y ahí cree que es donde radica el problema de fondo, el problema de la convivencia en la sociedad moderna. “Vivimos una precarización también sentimental y la soledad se ha convertido en un problema social, como la crisis económica o la desviación de las instituciones democráticas”, explica. La historia de Eleftheria y su ex pareja podría equipararse a la relación de Grecia con Europa, tal y como deja entrever en sus reflexiones: “La agresividad de los ganadores disfruta de una amplia aceptación social, pero los perdedores formamos hoy un volumen difícil de enmascarar, nos convertimos en protagonistas por la fuerza del número y por las condiciones injustas que nos han abocado a cargar con la etiqueta estigmatizada como si fuera una culpa individual”.
Por último, el tercero de los que acompañan a Febrés en este trayecto es el economista Stavros. Está en paro y sobrevive con ahorros y también tiene, no una sino tres pasiones: la economía, Grecia y… Alemania. Stavros, más optimista, se enorgullece de ser mediterráneo y griego, pues “el amor, la libertad, la cultura y la democracia” nace ahí. Así pues, enaltece el espíritu de los griegos y demás países mediterráneos empujándolos a creer que son unos países ricos: “No es cierto que sin dinero no somos nada”, manifiesta.
En el acto de presentación del libro en la librería Altaïr, acompañado por Nadal, ex director de El Periódico, y por Pep Bernadas, cofundador de la librería, Febrés explicó que cuando hace veinticinco siglos nació la democracia como nuevo sistema de gobierno a favor de la mayoría por encima de las leyes de la jungla, se demostró que juntos podemos. “Y tanto que podemos”, exclamó. Grecia es el punto de origen de nuestra civilización, pero también el punto de origen de los recortes brutales más recientes. Y es así como Febrés deja constancia en su última obra de cómo Grecia puede describir de forma tan clara la necesidad de democratizar la democracia.