Las personas que este lunes tenían que coger el autobús desde Tarragona hacia Sant Vicenç de Calders (Tarragona), dentro del plan alternativo de transportes por el corte ferroviario en Roda de Berà, lo hacían con nervios y desconcierto por saber si podrían realizar el trayecto debido a la huelga de transportistas convocada para este lunes.
Las afectaciones han sido más evidentes en Sant Vicenç de Calders, donde los pasajeros tienen que bajar del autobús y hacer transbordo a los trenes de cercanías. Muchos de ellos han perdido el tren y han tenido que esperar entre 20 y 30 minutos a que pasara el siguiente convoy en dirección a Barcelona. Ariadna Viladomat, una de las pasajeras, ha explicado a la ACN que su autobús formaba parte de los servicios mínimos, pero “ha llegado muy justo y hemos perdido el tren”.
Maika Segur, otra usuaria del autobús, ha descrito la jornada como “caótica”. Según ha explicado, en la estación de Sant Vicenç de Calders los informadores le dijeron que este lunes había huelga y que, por lo tanto, los horarios que estaban expuestos no funcionaban. “Nos han dicho que fuéramos a las paradas, esperáramos y que, con un poco de suerte, llegaría un autobús a la hora que necesitábamos”, ha explicado indignada. “Es una falta de respeto para quienes usamos el transporte público para ir a trabajar”, ha denunciado Segur, quien considera que “deberían estar un poco más organizados”.
Debido a la huelga, se han suprimido los autobuses directos entre Sant Vicenç de Calders y Vila-seca - Cambrils, y Reus. En cambio, se ha mantenido el que va directo a Salou - PortAventura. La huelga del transporte por carretera de este lunes también afecta al servicio de autobuses que ha contratado Renfe por el corte ferroviario. Con la aplicación de los servicios mínimos decretados por el Gobierno, se han reducido un 26% las expediciones diarias del servicio complementario al tren. De este modo, se ofrecen 161 expediciones, en lugar de las 600 habituales.
No llegan al transbordo
Ariadna Viladomat y Laura García son dos amigas que van a Barcelona, una diariamente y la otra de manera más esporádica desde que están las obras. Viladomat sabía que había paro, pero explicó que habían revisado los servicios mínimos y su autobús no estaba afectado. Finalmente, sin embargo, han llegado tarde a Sant Vicenç de Calders y el tren ya había salido. Han tenido que esperar veinte minutos a que llegara el siguiente. “Otras veces podías coger el tren cuando llegaba el autobús. Esta vez no ha sido así, pierdes muchísimo tiempo”, ha señalado Viladomat.
García tarda una hora y veinte minutos y asegura que normalmente el servicio alternativo de autobús funciona “bien”. En cambio, este lunes calcula que necesitarán dos horas para llegar a Barcelona. Un testimonio similar es el de Gabriel Gras, quien vive en Barcelona y hace este trayecto dos veces por semana para regresar a su casa, en Tarragona.
“Hoy todo tenía que ir bien, pero al llegar el autobús, el tren ya había salido”, ha declarado Gras a la ACN. Además, ha avisado de que tendrían que esperar al siguiente tren que viene desde Lleida, que habitualmente ya va “lleno” y hoy acumula quince minutos de retraso. También ha destacado que las otras veces que había utilizado el servicio del plan alternativo, en el transbordo en Sant Vicenç de Calders, había podido coger directamente el tren sin tener que esperar.
Algunos usuarios lamentaron la falta de información sobre la huelga de autobuses y los servicios mínimos decretados. Lucía Cobian e Izan Moreno, que vienen de municipios afectados por el corte ferroviario no sabían que este lunes había una parada de los conductores de autobuses. Ambos cogen el tren todos los días y luego el autobús para ir a estudiar a Tarragona. Señalan que tardan hasta dos horas en hacer un trayecto que antes realizaban en poco más de 40 minutos. Hoy tuvieron que sumar algunos minutos más debido a la huelga.
Más buses de los previstos
Desde la estación Basttestini de Tarragona, el servicio mínimo del plan alternativo de transportes se ha desarrollado sin incidencias. De hecho, salieron más autobuses de los previstos y anunciados por Renfe. Aun así, desde primera hora de la mañana, la afluencia de gente ha sido constante y, según ha afirmado August González, quien utiliza el plan alternativo todos los lunes para ir a Barcelona, “hay más gente de lo habitual”.
Una sensación que también han tenido Paula Alemán y Esther Jávega. Ambas han llegado a la estación en uno de los autobuses de la EMT de Tarragona. “Estaba abarrotado, no podíamos entrar al autobús”, ha dicho Alemán, quien ha añadido que la gente estaba nerviosa por miedo a no conseguir el servicio. Por su parte, Jávega ha criticado la falta de conocimiento por parte de los informadores de Renfe.
“A mí me dijeron que hasta las ocho no salía ningún autobús, pero en los horarios de la huelga salía uno a las 7:30 horas”, ha explicado esta usuaria que temía no llegar a tiempo al trabajo. Finalmente, ha podido subir al vehículo de las siete y media, tal como estaba previsto.
Este nerviosismo y miedo a llegar tarde han hecho que usuarios como Ricard Kirchner hayan tomado el tren desde Barcelona hacia Tarragona tres horas antes de lo previsto. “Como temo todo, he tomado el primer tren de la mañana”, ha explicado este usuario que ha llegado pasadas las siete de la mañana a la capital tarraconense, aunque no entra a trabajar hasta el mediodía.
Hacia una propuesta conjunta
Los secretarios generales de CCOO, Javier Pacheco, y UGT, Camil Ros, han señalado que la huelga del transporte de viajeros por carretera, que ha comenzado es por “salud” y para “dignificar” esta profesión. Así se han expresado en el inicio de la marcha, convocada por ambos sindicatos, en la plaza Ildefons Cerdà, que finaliza frente a la sede de Foment del Treball, en Barcelona.
Según ambas organizaciones, la movilización ha reunido a unas 800 personas para reivindicar la jubilación anticipada a los 60 años. Ros ha denunciado la posición “impresentable” de la patronal del sector. Por ello, espera que después de la manifestación “baje y se siente a negociar”, para que se pueda hacer una propuesta conjunta.