El Robin Hood de los bancos, ante la justicia
Enric Duran, más conocido como el Robin Hood de los bancos, ha emprendido una nueva cruzada: su defensa legal. Acusado de estafa y falsedad documental tras confesar haber estafado 492.000 euros a 39 entidades bancarias para destinarlos a fines sociales, Duran comparecerá esta mañana ante la Audiencia Provincial de Barcelona para intentar aplazar su juicio alegando “desamparo legal”.
Su abogado, asegura, ya no le merece confianza y pretende revocarlo. No le informó del juicio hasta el pasado 23 de enero, tiempo insuficiente, argumenta Duran, para preparar su defensa. La Fiscalía pide para él seis años de prisión por un delito continuado de falsedad en documento mercantil y otros dos por un delito de insolvencia punible.
La Audiencia Provincial, sin embargo, ya le informó la semana pasada de que considera su intento una “estratagema para realizar un fraude de ley con el único motivo de que se suspenda el juicio”. Duran no desiste y ayer remitió un nuevo escrito a la Audiencia ampliando y detallando los argumentos de su solicitud.
El activista anticapitalista más famoso de los últimos años no entiende por qué el auto que salió de los juzgados el 4 de octubre de 2012 con las fechas del juicio (12, 13 y 14 de febrero de 2013) no llegó a su conocimiento hasta el pasado 23 de enero. Su abogado, asegura, le ha dado excusas que no puede probar y explicaciones poco convincentes. “Por eso empecé a plantearme de forma seria revocar a mi abogado puesto que ese vacío informativo no me permite seguir confiando en él”, cuenta Duran en el escrito remitido a la Audiencia.
Una 'acción reivindicativa' para sonrojar a los bancos
A Duran, de 36 años, se le bautizó como el Robin Hood de los bancos en 2008, cuando él mismo confesó que, durante los dos años anteriores, había estafado 492.000 euros a 39 entidades bancarias para ponerlas en evidencia y denunciar su responsabilidad en la actual crisis económica.
Duran, un pequeño genio de las matemáticas, no dudó en utilizar documentación falsa e en inventarse negocios inexistentes para lograr los préstamos. La mayor parte del dinero lo destinó a financiar movimientos sociales. 8.000 euros los reservó para su propia manutención cuando decidió abandonar el país.
Pero regresó por voluntad propia y confesó su supuesto delito con pelos y señales en una revista de 20 páginas y 300.000 ejemplares que él mismo editó, convencido de que, como reza el dicho, quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Su “acción reivindicativa” –como él la llama- y su confesión no le evitaron la cárcel. Los Mossos lo detuvieran, en marzo de 2009, en la Universitat de Barcelona, después de que varias entidades interpusieran denuncias contra él. Hasta que logró reunir los 50.000 euros de su fianza, Duran pasó un par de meses en el centro penitenciario de Can Brians.
Desde entonces, en libertad vigilada, el Robin Hood de los bancos ha impulsado la Cooperativa Integral Catalana cuyos proyectos persiguen construir una sociedad alternativa.
Los seguidores de Duran, que piden su absolución, han convocado a mostrar el rechazo a su proceso judicial esta mañana, a las 9:30 h., ante la Audiencia Provincial.