Investidura
Rull abre la puerta a activar la cuenta atrás electoral en Catalunya sin proponer a Illa ni a Puigdemont
El baile de la investidura catalana se queda por ahora sin solista. El presidente del Parlament, Josep Rull, ha apuntado este martes que no propondrá como candidatos a la investidura ni a Salvador Illa ni a Carles Puigdemont y que el próximo 25 de junio activará la cuenta atrás de la repetición electoral, a la espera de que los partidos puedan presentar a un aspirante efectivo a ser elegido president.
Rull arrancará este martes la ronda de consultas con los grupos parlamentarios y este miércoles por la tarde anunciará su decisión definitiva. Salvo giro de última hora, el presidente del Parlament pondrá en marcha la cuenta atrás de dos meses para la repetición electoral en Catalunya sin proponer a un candidato a la investidura por falta de un aspirante que pueda armar una mayoría del Parlament. Es lo que en terminología parlamentaria se denomina “acto equivalente” a un primer debate de investidura.
“No puedo obligar a un grupo parlamentario a presentar a un candidato si no quiere hacerlo”, ha concluido Rull en una entrevista en RTVE en la que ha mostrado su respeto al anuncio del aspirante del PSC, Salvador Illa, de pedirle más tiempo para poder convencer a ERC y Comuns y lograr así su investidura.
Preguntado por si el día 25 de junio Puigdemont estará en el Parlament, tal y como el expresident prometió en campaña de cara al debate de investidura, Rull ha rebajado expectativas: “No me corresponde interpretar las palabras del presidente Puigdemont, pero un acto equivalente no es un debate de investidura”.
La activación del plazo para repetir elecciones sin que haya un debate de investidura ha molestado a ERC. La portavoz del grupo republicano en el Parlament, Marta Vilalta, ha considerado “irrespetuoso” e “irresponsable” que el próximo martes 25 de junio no haya un candidato que se someta a una investidura.
En declaraciones a los medios, Vilalta ha retado a Salvador Illa o a Carles Puigdemont a presentarse al debate de investidura aunque no cuenten con los apoyos para ser investidos “desde la máxima transparencia, que es el atril del Parlament”, tal y como hizo Pere Aragonès la pasada legislatura, cuando salió escogido en el segundo debate de investidura.
Rull ha expuesto que en la ronda de consultas que empieza este martes y que cerrará el miércoles con represenantes de ERC, Junts y el PSC, ponderará varios elementos: si hay voluntad de presentarse por parte de algún candidato, acreditar sus apoyos y el número de diputados de cada grupo. Aunque ha defendido que quiere ser “extraordinariamente respetuoso y prudente”, ha sugerido que en las reuniones “pueden aparecer conceptos que ahora pueden pasar inadvertidos”.
El primero debate de investidura está previsto para el 25 de junio, pero si Rull no encuentra a ningún candidato con opciones de ser investido puede prescindir del pleno y, en su lugar, activar igualmente la cuenta atrás de dos meses –que acabaría el 25 de agosto– para investir a un nuevo president o, si eso no es posible, repetir las elecciones catalanas en octubre.
PSC, ERC y Comuns suman 68 de los 135 escaños del Parlament, por lo que alcanzarían la mayoría absoluta que necesitaría Illa para ser investido. No así el aspirante Carles Puigdemont, que tras la pérdida de la mayoría independentista podría sumar tan solo 59 escaños (Junts, ERC y la CUP). La llave de si Catalunya tiene un president o repite elecciones es de ERC, inmersa en una crisis interna.
La legislatura catalana está pendiente de deshacer dos nudos, uno judicial y otro político. El primero es la aplicación de la amnistía, que debería permitir a Puigdemont y a los otros dos diputados que permanecen fuera de España, Lluís Puig (Junts) y Ruben Wagensberg (ERC), regresar a Catalunya y ejercer sus funciones plenamente. Rull ha anunciado su intención de reunirse con los tres en Bruselas, Prats de Molló (Francia) y Ginebra a finales de esta semana.
A la espera de los jueces, las negociaciones entre los partidos ya han empezado con la mejora de la financiación para Catalunya como centro de las conversaciones. “No voy a meter prisa a nadie, voy a ser muy respetuoso”, aseguró este lunes Illa, consciente de que necesitará tiempo para lograr el eventual aval de los republicanos a su investidura.
El candidato socialista es el único que puede lograr una mayoría para ser investido, la que conforman PSC, ERC y Comuns. Pese a que Puigdemont no tira la toalla, la pérdida de la mayoría de los partidos nacionalistas catalanes por primera vez en la historia del Parlament hace inviable su investidura.
ERC ya ha puesto sobre la mesa sus condiciones, entre las que destaca la “financiación singular” para Catalunya, que salga del régimen común de las comunidades autonómas, un extremo que el PSOE no parece dispuesto a asumir. Los equipos negociadores del PSC y ERC se han reunido este martes en un encuentro que, según un escueto comunicado conjunto, ha servido para que ambas formaciones se emplacen a “seguir trabajando”.
Illa reiteró que aboga por no salir del marco del Estatut, que ya prevé la creación de un consorcio tributario Generalitat-Estado para recaudar todos los impuestos, y resaltó que lo que más le preocupa es “a qué se dedican los recursos”, y no quién controla la recaudación.
Junts ha arremetido con contundencia contra el inicio de la negociación entre socialistas y republicanos. En línea con Puigdemont, que este lunes calificó de “chantaje” la propuesta de Sánchez a ERC sobre financiación, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha avisado este martes al PSOE de que las negociaciones para una nueva financiación de Catalunya están vinculados a los apoyos de su formación a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
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