El presidente del Parlament, Josep Rull, prevé convocar para el 25 de junio –el último día dentro del plazo legal para hacerlo– el pleno de investidura del president de la Generalitat, una vez realizada la ronda de contactos con los grupos parlamentarios que celebrará el próximo martes y miércoles. Así lo ha expuesto Rull en la primera reunión de la Mesa del Parlament este miércoles.
Rull se reunirá el próximo martes con los grupos que tienen menos diputados en el Parlament (Aliança Catalana, CUP, Comuns–Sumar, Vox y PP) y dejará para el miércoles los tres que cuentan con más escaños (PSC, Junts y ERC), tras lo que formalizará la convocatoria del pleno para el martes 25 de junio.
Como presidente del Parlament, Rull tiene la competencia para decidir si el primer candidato a la investidura es Salvador Illa o Carles Puigdemont, aunque el eventual candidato podría tener la opción de no aceptar el encargo si se constata que no tiene los apoyos suficientes. Fuentes de ERC se han declarado “aturdidas” ante la posibilidad de que Rull proponga a Illa después de que Junts insistiera durante toda la campaña en la investidura de Puigdemont.
Junts ya ha abogado por que el candidato al primer debate de investidura sea Illa. El secretario general neconvergente, Jordi Turull, invitó este martes al líder socialista a presentarse y enfrió un intento inminente de Puigdemont. “Preferimos ir a la investidura cuando veamos que tenemos posibilidades de poder conseguirlo”, aseguró.
El expresident no tiene los números para ser investido por la pérdida de la mayoría independentista. Por su lado, Illa afronta una dura negociación con ERC que difícilmente pueda solventarse antes del día 25 dada la crisis interna de los republicanos pese a las llamadas del PSC a conformar una mayoría progresista, la única que alcanza los 68 escaños necesarios.
Existiría además una tercera opción. Si como resultado de la ronda de contactos Rull deduce que no hay ningún candidato con posibilidades de ser investido el 25 de junio, el presidente del Parlament podría comunicar al pleno un “acto equivalente” a una investidura fallida, que sirva para poner en marcha la cuenta atrás de dos meses para lograr la investidura de un aspirante. De no conseguirlo, se convocarían elecciones de forma automática en octubre, en una repetición electoral por la que Junts maniobra tras la pérdida de mayoría independentista.
Esta es una fórmula que el Parlament empleó después de la inhabilitación de Quim Torra en 2020, cuando por primera vez en la historia un president de la Generalitat fue cesado en ejercicio del cargo, por lo que no guarda un parecido idéntico a la situación actual de un inicio de legislatura tras las elecciones.
Con respecto al debate de investidura, Rull ha expresado la voluntad de que la intervención inicial del candidato tenga lugar el día 25 por la mañana, mientras que los portavoces de los grupos intervendrán durante la tarde y la mañana del día 26. En consecuencia, la primera votación tendría lugar el mismo día 26, y la segunda dos días más tarde, el viernes 28.
La primera reunión formal de la nueva Mesa del Parlament se ha producido en un ambiente de cordialidad, y en el transcurso de la misma Rull ha pedido a todos los integrantes que mantengan una actitud de “servicio” al país. Las peticiones de reconsideración presentadas por Vox sobre la admisión de los votos de los diputados que residen en el extranjero Carles Puigdemont y Lluís Puig ha sido desestimada por dos motivos: porque los grupos aún no han sido constituidos y porque no hay lugar a peticiones de reconsideración sobre decisiones que tomó la mesa de edad en la sesión constitutiva.