Sergi Sabrià liderará la oficina de Aragonès con un equipo centrado en la comunicación
El nuevo periodo en la Generalitat es algo más que un cambio de nombres o de color político o al menos ese es el mensaje que ha tratado de instalar Pere Aragonès, tanto en su toma de posesión como president como con la constitución del Govern. Si en el diseño del Ejecutivo ya apostó por crear dos departamentos nuevos, Feminismos y Acción Climática, ahora su objetivo es acometer una reestructuración de la presidencia. Un nuevo organigrama para el Palau de la Generalitat que incorporará, de forma predominante, una oficina presidencial encabezada por Sergi Sabrià que llegará con un equipo prácticamente idéntico al que tenía en ERC, muy centrado en la comunicación.
Como jefe de la oficina del president, Sabrià será uno de los hombres fuertes de Aragonès y entrará al Govern con el encargo de hacer para la Generalitat una tarea similar a la que hizo en los últimos años para el partido, donde coordinó toda la política comunicativa y de discurso, además de las campañas electorales. Ahora, por tanto, el núcleo duro del president plenamente dedicado al mensaje, una forma similar a la elegida por Pedro Sánchez para su equipo más próximo en la Moncloa.
El plan de Sabrià es llevarse al Govern su equipo de siempre, formado por el experto en comunicación política Carles Foguet (hasta ahora director de comunicación de ERC), el periodista Jordi Vera (jefe de prensa del partido) y Aida Tudó (hasta ahora responsable de redes de los republicanos). Junto a ellos estará el periodista Marçal Sarrats, que desde hace poco más de un año ya formaba parte del equipo de Aragonès.
Estos tres fichajes provenientes del partido, junto al propio director de la oficina y la nueva portavoz del Govern, de la que se está cerrando el fichaje, formarán un equipo de que dirigirá las diferentes tareas de comunicación, de la información institucional a la preparación de las ruedas de prensa y comparecencias, pasando por las relaciones con los medios. Pero, además de las tareas ordinarias, el equipo de Sabrià también tiene planes para renovar la comunicación y centrarse en la creación de contenidos propios, tal y como los mismos responsables han hecho en ERC durante los últimos años.
Un hombre para todo en ERC
El nuevo jefe de la oficina de Aragonès comenzó su andadura política como alcalde de Palafrugell (Girona), pero ocupa cargos de relevancia en el partido desde hace una década. En este ámbito ha sido presidente del Consell Nacional y portavoz nacional de ERC y jefe de filas en el Parlament. Durante la última legislatura, Sabrià fue sobre todo el estratega de la comunicación del partido. Uno de los cambios más importantes fue la confección de un equipo específico, capitaneado por Foguet, dedicado a todo lo relacionado con los contenidos informativos. De esta forma, ERC internalizó algunas de las tareas que antes encargaba a empresas externas y reforzó el control sobre las de producción externa. Esta es la fórmula que desean reproducir ahora.
Pero, junto a esta vertiente comunicativa, Sabrià ha sido un hombre para todo en la maquinaria republicana durante la última legislatura. Siempre ha sido una pieza clave en las negociaciones entre partidos, tanto en la mantenida con el PSOE para facilitar la investidura de Pedro Sánchez en 2019 como en las más recientes con Junts. Sabrià también fue el encargado de asumir el cargo de portavoz parlamentario y uno de los diputados que pilotaron desde el Parlament la difícil gestión de las diferencias con Junts en la Cámara.
La incorporación de Sabrià al Ejecutivo de Aragonès supone también un cambio de escalafón para Marta Vilalta, quien se consolida como la principal cara visible del partido, como portavoz de la organización y, a la vez, del grupo parlamentario. En ambas tareas estará acompañada de Josep Maria Jové, presidente del Consell Nacional y del grupo, y uno de los hombres con mayor ascendente en la formación.
Una portavoz sin cartera
A la espera de que se despeje la incógnita de quién ocupará el puesto de portavoz, esta nueva figura deberá encajar en la estructura del Govern como adscrita a la presidencia. Un cambio respecto a las últimas legislaturas, cuando la portavocía siempre la había ocupado el titular de la cartera de Presidència y no una figura ad hoc. Sin embargo, en esta etapa el Govern apostará por una persona que pueda ser a la vez vista como independiente y llegue ya al cargo con suficiente preparación técnica desde el primer día.
Será la primera vez en una década que el Govern apueste por una portavoz sin cartera, pero esa no es un fórmula desconocida en Catalunya. En el año 2007, el segundo ejecutivo tripartito entre PSC, ERC e ICV, presidido por José Montilla, ya utilizó esta figura, que entonces encarnó la periodista Aurora Massip.
2