La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Los trabajadores de Nissan protestan a las puertas de la fábrica después de conocer el cierre

Los trabajadores de la Nissan de Barcelona se han reunido este jueves a las puertas de la fábrica en la sede de la Zona Franca para protestar por el cierre de la planta, después de que la matriz de la empresa nipona haya comunicado que no apostará por los centros de producción que tiene en Catalunya. Las protestas se llevan a cabo desde poco después de las 10 de la mañana y los trabajadores anuncian más movilizaciones.

Los sindicatos de Nissan han advertido que plantarán cara a los planes de cierre de la empresa. Por el momento, tras conocer el anuncio oficial del desmantelamiento de la producción, los representantes sindicales de la plantilla han llamado a los trabajadores a mantener la huelga indefinida que se inició el pasado 4 de mayo y a redoblar las movilizaciones. Esta mañana decenas de trabajadores se han concentrado ante la planta de la Zona Franca y han quemando neumáticos mientras estudian nuevas protestas.

“Los trabajadores de Nissan no descansaremos hasta convencer a la multinacional de mantener las operaciones industriales en España”, ha asegurado CCOO, que ha emplazado además a las instituciones españolas, catalanas y municipales a trabajar junto a los sindicatos para buscar una solución.

En un comunicado suscrito por el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, la central insiste en poner en valor el alto coste que tendrá para Nissan el cierre de Zona Franca y que se eleva a los 1.000 millones de euros, entre indemnizaciones a los trabajadores, proveedores y reclamaciones judiciales mercantiles y laborales. En esta cantidad entrarían también los gastos en infraestructuras y para descontaminar el suelo industrial.

El Gobierno busca una “solución alternativa”

La misma cifra ha sido esgrimida por el Gobierno central, que este jueves ha asegurado que mantiene su intención de negociar con la empresa su salida, pero que también le propone una alternativa que pase por mantener los puestos de trabajo. La vicepresidenta tercera para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado que están dispuestos a buscar “una solución alternativa”.

“Hemos propuesto a la empresa poner en macha un proceso de discusión y negociación para ver cómo se puede encauzar este proceso”, ha dicho la vicepresidenta, ya que “se trata de una planta que tenía sentido estratégico para la compañía, al ser la única en Europa”.

“Es una decisión estratégica de gran calado para Nissan”, ha dicho Calviño, quien ha apuntado además que “las inversiones necesarias en la planta son inferiores al coste estimado de cerrarla”.

Nissan avisa de que su salida es irreversible

Pese al mensaje lanzado por el Gobierno, Gianluca De Ficchy, presidente de Nissan Europe, ha replicado que la decisión de cerrar la planta de Barcelona está tomada y es irreversible. Según ha recordado el responsable de la compañía, la fábrica situada en la Zona Franca y sus dos satélites habían ido reduciendo la producción hasta llegar a poco más del 20% de su carga, una situación que se agravó el año pasado con la retirada de Mercedes de su modelo de 'pick up', que se fabricaba a partir de una plataforma común con Nissan.

De Ficchy ha justificado así el incumplimiento de los compromisos del fabricante japonés con las autoridades españolas y catalanas, con quienes se había comprometido a mantener los empleos a cambio de estimulos económicos, como los 3 millones de euros invertidos por la Generalitat el año pasado o las facilidades dadas por la Seguridad Social. El presidente de la compañía ha destacado la colaboración obtenida tanto desde el gobierno central como del autonómico.

Al cálculo de 1.000 que hace el Ministerio de Industria sobre los costes que puede afrontar la compañía por su salida, De Ficchy ha respondido escuetamente que no han calculado aún esta cantidad, y que lo harán a partir de ahora. Desde la compañía garantizan en cambio la permanencia de las fábricas de Ávila y Cantabria, que no se verán afectadas por la reestructuración.