El TSJC multa con 290.000 euros a la firma Giró de Badalona por las lesiones sufridas por una trabajadora
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha impuesto una multa de 129.000 euros a la empresa Giró GH, con sede en Badalona, por los daños y perjuicios ocasionados por lesiones sufridas por una trabajadora: Aurora, a causa de los perjuicios ocasionados a su salud la inadecuación de su puesto de trabajo. La trabajadora sufre epicondilitis, una enfermedad que afecta las muñecas y que en su versión más dura puede impedir agarrar objetos y realizar trabajos manuales.
Àlex Tisminesky, es abogado, miembro del Col·lectiu Ronda y responsable de salud laboral de la CGT de Catalunya: “El caso de esta trabajadora no es único, en esa empresa ha habido situaciones parecidas, que han supuesto también multas”.
Paco Giménez, miembro del comité de empresa confirma la información del abogado, pero matiza que “parece que la empresa prefiere pagar sanciones a invertir en mejorar la seguridad de las trabajadoras y trabajadores”.
La aparición de la epindolitis en la empresa Giró GH tiene que ver, según el responsable de salud laboral y el miembro del comité de empresa, con el trabajo repetitivo en una máquina llamada entrocadora manual.
Según la sentencia, el trabajo en la máquina citada implica subir y bajar pesos de manera continua durante todo el dia. Los movimientos repetitivos causan lesiones en las muñecas y brazos que, al cabo de un tiempo, implican incapacidades laborales temporales de los operarios. El desenlace no afecta sólo a la salud, sino que, cuando el diagnóstico es de incapacidad permanente, se posibilita legalmente el despido del afectado, cosa que pasó con Aurora.
Giró GH es una empresa que fabrica, entre otros productos, mallas de plástico para, por ejemplo, la venta de fruta. Tiene la patente de dicho producto y eso le da una alta rentabilidad.
El caso de Aurora es por lo menos el tercero con consecuencias económicas que se da en la empresa badalonesa. Antes, por los mismos motivos, la compañía tuvo que pagar por sentencia una multa de 90.000 euros a otro trabajador: Enrique, también a causa de los perjuicios causados a su salud.
El despido de Pilar
El despido de PilarPero el caso más conocido fue el que afectó a Pilar, una trabajadora que durante toda su vida prestó sus servicios en Giro GH. Sufrió, igual que sus compañeros, lesiones en las muñecas y brazos que terminaron por causarle una incapacidad laboral permanente. La dirección la despidió aplicando la reforma laboral, con una indemnización de 20 días por año trabajado. La plantilla se revolvió contra lo que consideró una gran injusticia y realizó una huelga en solidaridad con su compañera, hasta que la empresa pactó una indemnización que fue aceptada y que permitió a la trabajadora enlazar con la jubilación.
La denúncia de la situación tampoco se ve, por parte de los trabajadores, como un mecanismo eficaz para evitar los daños, porque entre que se inicia una acción judicial y se obtiene una sentencia definitiva pasan décadas. “La empresa recurre y recurre hasta el final”, dice Giménez.
Una solución al problema de la maquinas que afectan a la salud de los trabajadores sería instalar otras máquinas automáticas que evitan el trabajo repetitivo. Y efectivamente Giró ha comprado dos entrocadoras automáticas, pero no las ha instalado en Badalona sino que lo ha hecho en su planta de Teruel donde ha trasladado parte de su producción.
Los expertos en ergonomía destacan que la norma legal está desfasada respecto a la máquina objeto del problema, porque lo que afirma la ley es que se deben proteger los accesos al aparato para evitar atrapamientos, pero no dice nada respecto a los movimientos repetitivos que causan las lesiones.
La repetición de lesiones ha supuesto que muchos trabajadores de Badalona eviten ocupar los puestos de trabajo en la máquina que les puede perjudicar la salud. Ante ello, la empresa ha aplicado una cierta rotación, de manera que incluso operarios con categorías superiores han de realizar trabajos técnicamente inferiores y pesados, lo que a su vez causa tensiones.
El ambiente laboral en Giró, una empresa de declara beneficios cada año, es tenso porque los trabajadores, la edad de la mayoría de los cuales se sitúa entre 45 y 55 años, temen que si protestan, la empresa termine por deslocalizar la producción a Teruel y cierre la factoría catalana.