El turismo nacional aguanta en la provincia de Barcelona y se hunden los visitantes internacionales a la ciudad

Los visitantes nacionales que acuden a los aledaños de Barcelona son los únicos que mantienen vivo el mermado sector turístico de la provincia, según un estudio del Observatorio del Turismo en Barcelona. El nivel de visitantes que llega a la provincia desde distintos puntos de España se acerca paulatinamente al nivel previo a la pandemia, mientras que tanto el turismo internacional como el nacional que acudía a visitar la capital catalana sigue sin recuperarse.

Según este informe que se actualiza semanalmente, en la semana del 3 de agosto ocho de cada diez reservas para acudir a la provincia de Barcelona provinieron de turistas nacionales. La misma semana se dispararon las búsquedas en Google desde el resto de España mientras que las búsquedas para visitar Barcelona ciudad iban ligeramente a la baja.

El interés internacional en la provincia de Barcelona es prácticamente inexistente si se observan las búsquedas realizadas. El mercado nacional, en cambio, muestra interés por zonas de playa alejadas de la ciudad como el Garraf y el Maresme.

Las búsquedas en la red de Barcelona ciudad también demuestran que los mercados europeos se mantienen muy por debajo del interés mostrado por el mercado nacional. Durante las últimas semanas se han reducido las búsquedas desde el Reino Unido y Alemania mientras que se mantenían las realizadas desde Italia y aumentaban ligeramente las búsquedas desde Francia. 

Con todo, los visitantes internacionales en la ciudad de Barcelona siguen superando a los nacionales y representan un 52,8% de los turistas, si bien a unos niveles muy por debajo de los máximos históricos de la ciudad. Según afirma este informe, se ha invertido la tendencia de pérdida de reservas hoteleras iniciada a finales de julio y actualmente están a un 20,3% del máximo histórico de enero pasado, mientras que hace dos semanas se situaba en el 15,3%.

El mercado hotelero de la provincia muestra mejor salud y las reservas fuera de la ciudad se sitúan al 50,5% respecto al mencionado máximo histórico de enero. La falta de interés en visitar la capital catalana se percibe en el número de hoteles abiertos: solo 123 alojamientos se mantienen operativos -tres más que la semana pasada- de los 434 que había en la ciudad a finales de 2019. Las camas disponibles se han reducido un 65,3% respecto a finales del año pasado.

A pesar de la falta de turistas, buena parte de los equipamientos culturales de Barcelona se mantienen abiertos aunque sigue habiendo un porcentaje notable de espacios que han renunciado a subir la persiana: del total de 87 equipamientos, el 69% están abiertos al público.