La negociación entre Junts y el PSOE se ha enredado en las últimas horas y ambos partidos descartan ya un acuerdo inminente sobre la amnistía. En este contexto, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha enviado a la dirección de su partido un mensaje para informar sobre lo que está por llegar. “Vienen horas y días de mucha presión”, ha indicado Turull en una comunicación avanzada por La Vanguardia y confirmada por elDiario.es.
En el mismo mensaje, Turull ha cargado contra la “amnistía para vips” que a su juicio ha pactado ERC y ha advertido que ellos están negociando una ley diferente. “Aquí hay mucha gente que se la ha jugado, que no se ha rendido”, afirma el secretario general, por lo que promete a los suyos: “No dejaremos tirado a ningún soldado”.
El mensaje de uno de los hombres que está capitaneando las negociaciones en Junts llega en un momento de especial zozobra en las relaciones con el PSOE. Los dos partidos siguen tratando de cerrar el contenido de la ley de amnistía y, en concreto, de su alcance. Es aquí cuando ha surgido la causa Voloh, en la que está investigado Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Puigdemont, a quien se le imputa un supuesto delito de revelación de secretos. El caso Voloh fue una gran operación que en octubre de 2020 provocó decenas de registros y detenciones de varios hombres de la sala de máquinas del procés, pero que con el paso de los años ha quedado en casi nada. El juez terminó archivando la rama del caso que investigaba una supuesta trama rusa del procés. Sí siguen abiertas dos piezas relativas a un presunto pelotazo urbanístico del exconseller de ERC Xavier Vendrell y a una conversación de Alay con un mosso d’esquadra. Junts considera que la amnistía debe llegar de forma indudable a esta causa y a todos los que han colaborado en tareas de acompañamiento o protección de los amnistiados.
El jefe de la oficina del expresident es un hombre sobre el que la justicia puso el foco hace más de cinco años, en paralelo a su colaboración con Puigdemont cuando éste ya se instaló en Bélgica, a finales de 2017. Durante este tiempo, Alay ha sido imputado hasta cinco veces en varias causas, aunque algunas de ellas han ido archivándose. En su momento fue exculpado por acompañar al expresident en su detención en Alemania y también se archivó la llamada trama rusa en la que el juez había implicado a Alay.
Sin embargo, fue a raíz de esa última trama, en la que se acusaba al colaborador de Puigdemont de haber buscado el apoyo del Kremlin para el independentismo, a través de la cual el juez pudo acceder a su teléfono móvil. Allí encontró supuesta información reservada que, según los investigadores, habría conseguido a través de un mosso de los ficheros policiales. En concreto, Alay habría reclamado al agente conocer si había una orden para que el sistema de control alertase cuando accediese a determinados aeropuertos, lo que podría suponer un delito de revelación de secretos.
Alay ya declaró como investigado en este caso, aunque está a la espera de juicio. También tiene otra causa abierta en la que la Fiscalía le acusa de pagar con dinero público un viaje oficial a Nueva Caledonia que la intervención de la Generalitat no cuestionó.