Aumenta la presión social sobre el Govern de Quim Torra a medida que avanza la semana. A la huelga de médicos iniciada este lunes se le ha sumado ahora la de los estudiantes y algunos profesores universitarios, a la espera de que se les junten los docentes de la escuela pública convocados el jueves por su sindicato mayoritario. Todos ellos exigen a la Generalitat que revierta los recortes aplicados durante la crisis. Pese a las mejoras en los presupuestos de 2017, consideran que la situación en ambulatorios, facultades y colegios sigue lejos de 2010.
Tras dos jornadas en las que los médicos de la atención primaria han protagonizado la movilización en la calle, este miércoles han sido los estudiantes universitarios quienes se han concentrado en sus facultades para exigir al Govern que rebaje el precio de las matrículas en un 30%, tal como le exige el Parlament. En el primero de sus dos días de huelga, han paralizado los accesos a varios campus de la UAB, la UB y la UPF. Esta última ha optado por cerrar directamente la actividad en los de Ciutadella y Poblenou por “seguridad” ante el “bloqueo estudiantil”.
Los sindicatos SEPC, AEP y el consejo estudiantil CEUCAT han convocado las protestas para exigir un abaratamiento de las matrículas en la que es la comunidad autónoma con los precios más caros de España, así como una equiparación del coste de los grados y los másters. A la huelga se han sumado algunos comités de empresa y sindicatos de profesores, sobre todo para protestar contra la precariedad de los asociados, uno de los sectores más movilizados de la universidad catalana.
Entre las principales afectaciones en este primer día de huelga estudiantil, aparte del cierre de campus de la UPF, se cuenta la obstaculización de los accesos a la UAB a primera hora de la mañana, por parte de unos 300 estudiantes, y la paralización de la actividad en facultades de la UB como la del Raval. Por último, la Pompeu Fabra ha cancelado las jornadas sobre 40 años de la Constitución española que estaba previsto que clausuraran la ministra Meritxell Batet y la consellera Esther Capella.
Los médicos mantienen el pulso
La negociación entre médicos de atención primaria y el Instituto Catalán de Salud (ICS), del que dependen 288 ambulatorios, sigue encallada por el límite temporal que los facultativos quieren establecer para sus consultas. Tanto el lunes como el martes, ambas partes estuvieron reunidas en la sede de la conselleria de Asuntos Sociales y Trabajo hasta la madrugada, pero sin llegar a ningún acuerdo.
El mantenimiento de la huelga, que empezó el lunes y se alarga de momento hasta el viernes, ha llevado a los médicos a concentrarse este miércoles a las puertas del Parlament, donde han coincidido con otra protesta laboral de los bomberos. Esta vez se han dirigido a la Cámara catalana después de que en los días anteriores hubieran protestado ante la conselleria de Salud y la sede del ICS.
Desde el Sindicat de Metges mantienen como línea roja para desconvocar que el ICS se comprometa a fijar un máximo de 28 pacientes al día para los médicos de familia, lo que les dejaría en una consulta cada 12 minutos. Desde la Administración han prometido incorporar 200 efectivos nuevos para rebajar la sobrecarga, pero se niegan a establecer este límite. También han prometido contratos más largos y estables para mantener a los residentes, puesto que su principal problema es que las bolsas de empleo para contractar a médicos están vacías.
Los Bomberos chocan con los Mossos
Además de los médicos, a las puertas del Parlament se han concentrado decenas de miembros del Cuerpo Bomberos de la Generalitat, convocados por sindicatos como UGT, contra la “precariedad” y la “falta de agentes”. Varios de ellos han tratado de acceder a la Cámara por la puerta principal y han chocado en su intento con los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra.