Después de un mes de actividad, la plataforma “La Barceloneta diu prou” (“La Barceloneta dice basta”) sigue en pie de guerra y reinventándose. Si hace un mes saltaban de un grupo de Facebook contra los pisos turísticos a una gran reunión de vecinos y vecinas en el campo de fútbol, este sábado han convocado una “cadena viva” para rodear el barrio y matener viva la reivindicación.
Han aguantado la mitad del verano haciendo dos concentraciones semanales de protesta y convocaron otros barrios a sumarse a su causa para llevar una gran manifestación a las puertas del Ayuntamiento contra el modelo turístico de la ciudad. Una vez reducida la atención mediática y desaparecidas las cámaras que poblaban el barrio cada día, siguen reinventándose. “Tenemos que seguir así, en lucha unidos, como una sola voz, porque será la única manera de ganar y conseguir nuestros objetivos”, han dicho al final de la jornada.
Cientos de vecinos se han reunido en la plaza del mercado en respuesta a la convocatoria. Uno a uno se han ido tomando de la mano y avanzando para tomar primero el paseo Joan de Borbó y luego la playa. El ambiente era festivo y la mayoría de asistentes reía con lo que tenía de insólita la acción, aunque tampoco ha faltado quien soltara un poco de mala leche en momentos de cierto desorden. Desorden inevitable, sin embargo, mientras las señoras mayores se quejaban de los chicos que avanzaban demasiado rápido y algunos jóvenes decían que tenían que ir lentos para seguir el ritmo de la gente mayor.
En la cadena no han faltado las camisetas de “La Barceloneta no se vende” y la bandera azul y amarilla del barrio de pescadores. Si algo han conseguido las protestas del último mes es reavivar la conciencia de barrio entre los vecinos. A medida que pasan las semanas han ido proliferando primero las pancartas contra los pisos turísticos, que se han sumado a las que ya hace tiempo que denunciaban la situación, y luego las banderas del barrio.
Fin de semana con récord de cruceristas
“Hoy es un día marcado por batir nuevos récords de llegada de cruceros y turistas a la ciudad”, han recordado en su manifiesto. Este fin de semana atracan 14 cruceros en el puerto de Barcelona, entre ellos el Oasis of the Seas, el mayor crucero del mundo. El Ayuntamiento calcula que en total llegarán a la ciudad 57.758 pasajeros. “Queremos dejar claro que somos vecinos de un enclave privilegiado dentro de la ciudad, puerta de entrada de muchos recién llegados y visitantes a Barcelona y que somos un barrio de acogida”, dice el manifiesto. Pero “para aquellos que entienden dónde están y respetan por donde pasan”, puntualizan.
Mientras los vecinos reivindican un barrio donde poder vivir, también reivindican sus tradiciones. La principal, el cañón de la parroquia de Sant Miquel del Port. Acostumbrado a salir sólo por la fiesta mayor, ha encabezado las manifestaciones de los últimos días atronadora en la cabecera. Hoy además se han sumado los gigantes y diablos del barrio. La protesta ha sido una muestra de las fiestas, que empiezan en dos semanas y pueden ser un escenario del orgullo de barrio que han venido mostrando los vecinos durante las semanas de protestas. Antes, sin embargo, tienen trabajo que hacer.
Mantienen reuniones semanales de trabajo con la concejal de Ciutat Vella Mercè Homs. Además, celebran como una victoria haber conseguido una reunión el próximo día 17 con la dirección de la Agencia Catalana de Turismo, que esperan que se involucre en este proceso ya que se encargan de la promoción turística. Y el día 22 tienen su segunda reunión con el alcalde Xavier Trias. “Él nos dirá dónde estamos y nosotros le diremos a donde tenemos que llegar”, han concluido desde el megáfono.