El partido ultraderechista Vox ha presentado este jueves una querella ante un juzgado de guardia de Barcelona contra el exconseller de Interior Joaquim Forn, ahora encarcelado en prisión preventiva, y la cúpula de Mossos durante los atentados del 17 de agosto pasado. Según la formación, los responsables policiales habrían podido cometer delitos al hacer “caso omiso a los avisos de posibles atentados” en Catalunya.
La formación considera que los querellados no siguieron las recomendaciones “para llevar a cabo medidas de protección física en espacios públicos”, además de considerar delictiva “la gestión posterior de los atentados” ocurridos en Barcelona y Cambrils. Vox entiende que los responsables catalanes no tomaron medidas para impedir los atentados con el objetivo de “poder atribuir después la responsabilidad de los mismos a España y a los españoles”.
En un comunicado, Vox recuerda que en septiembre de 2017 ya presentó la querella en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), pero “recientemente este tribunal consideró que los hechos tendrían que investigarse en un juzgado de instrucción” porque Forn fue cesado como conseller y renunció a ser diputado del Parlament.
Se querellan contra Forn y otras personas que ocupaban cargos en el cuerpo: Pere Soler, director de Mossos; Josep Lluís Trapero, mayor; Ferran López, jefe de la Comisaría Superior Territorial; Joan Carles Molinero, jefe de la Comisaría de Coordinación Central; Emilio Quevedo, jefe de la Comisaría de Planificación de la Seguridad, y Manel Castellví, jefe de la Comisaría de Información, según un comunicado de VOX.
Desobediencia, prevaricación y denegación de auxilio
El partido alega presuntos delitos de abandono de un servicio público (artículo 409 del Código Penal), desobediencia y denegación de auxilio (410.1 y 412, apartados 1 y 2) y prevaricación por omisión (404).
La querella presenta “documentación publicada por diversos medios de comunicación”, entre los que VOX destaca que un informe del Ministerio de Interior del 20 de diciembre de 2016 alertaba del riesgo de atentado por atropellamiento masivo en lugares concurridos, por lo que recomendaba grandes maceteros y bolardos.
También se constata un informe de la CIA que “conocían los querellados” y alertaba del inminente riesgo de atentado en La Rambla; informaciones sobre la gestión de Mossos tras la explosión de Alcanar y sus presuntos impedimentos para que Guardia Civil y Policía Nacional accedieran.