2019, un año clave para poner en marcha la Federación de Regantes “con todos los territorios de Castilla-La Mancha”
- Tres meses después de que este organismo echara a andar ya se han mantenido reuniones con regantes de la zona del Tajo
Todavía en fase de creación, la Federación de Regantes de Castilla-La Mancha, surge de la necesidad de aunar a los regantes de toda la región para tener “una voz única”. De ser, como en otras regiones, una entidad que defiende sus intereses ante las propias administraciones y de proteger sus derechos, los de los usuarios del agua, frente a los intereses políticos que hay en torno al agua.
En una región en la que la agricultura es una de las actividades económicas y sociales principales, ya se han dado los primeros pasos para crear un vínculo entre los diferentes usuarios, la Federación, que sea capaz de mediar con la administración y trasladar las necesidades y reclamaciones históricas en un momento en el que la planificación hidrológica está abierta.
El 2019 será un año clave. “El futuro más inmediato es poner en marcha la Federación” pero para ello se necesita articular todos los territorios de Castilla-La Mancha, de forma adecuada “para que cualquier usuario pueda ver que sus propuestas y problemas llegan”. Lo explica Herminio Molina. Desde el pasado mes de agosto, cuando el germen de la Federación de Regantes comenzó a tomar formas, es presidente en funciones.
Su objetivo es claro: cuanta más representación de todos los puntos de la región, mejor. De lo contrario, de poco serviría esta entidad. En estos primeros pasos la federación está compuesta por miembros del Júcar, Segura y Alto Guadiana, e impulsada por el Gobierno regional, de la mano de la Consejería de Agricultura, pero no están todos los que son.
Por ello, tres meses después de que este organismo echara a andar ya se han mantenido reuniones con regantes de la zona del Tajo. Tal y como asegura Molina, “se ha incorporado a nuestras reuniones el representante que tiene la Federación del Tajo, y falta todavía que en el Guadiana vean la forma de articularse, para saber quiénes serán los representantes que tendrán dentro de la Federación”. También están a la espera de que, en la cuenca del Segura, ya con el impulso del Gobierno regional, la Confederación Hidrográfica del Segura, “se anime a aprobar la constitución de la Junta Central de Regantes de la cabecera del Segura”, del sureste de Albacete.
Con esto “tendríamos hecho el verdadero embrión de la federación”, explica Molina que asegura que se sigue trabajando, desde la junta gestora que se organizó, “y hemos mantenido reuniones con la Dirección General del Agua y con la Dirección General de Desarrollo Rural, en conjunto para coordinar actuaciones de cara al proceso de revisión de los planes hidrológicos”.
Proceso de planificación
La tarea para terminar de definir la federación se topa, este 2019, con el proceso de planificación hidrológica. Hasta ahora las federaciones existentes han podido intervenir en la toma de decisiones sobre los planes hidrológicos, algo que no ha sucedido en Castilla-La Mancha porque los regantes no han estado organizados.
“Estamos ya en ello. El proceso ya ha comenzado”, dice Molina, ya que, hoy por hoy ya están en exposición pública los documentos iniciales de todas las cuencas. “Lo que pretendemos es, desde la federación, tener interlocución con el Gobierno regional para que vayamos al proceso de planificación compartiendo nuestras posturas”.
Para ello la Junta Gestora ya está desarrollando labores en esa línea y existe un compromiso de mantener encuentros mensualmente. “Ya hemos mantenido reuniones con la Dirección General del Agua y con la Dirección General de Desarrollo Rural, en conjunto para coordinar actuaciones de cara al proceso de revisión de los planes hidrológicos”, dice el presidente en funciones que asegura que, a partir del mes de marzo y hasta julio, “es fundamental que conozcamos las posturas comunes en defensa de los intereses generales de la región”.
Los conflictos en las cuencas del Guadiana y Segura
Cada cuenca tiene una forma distinta de “enfocar los problemas”, explica Herminio Molina. Y ahora con el proceso de planificación hidrológica esas diferente realidades se hacen más patentes. Por ejemplo, tal y como cuenta Molina, tanto los regantes del Júcar como los del Tajo están dotados adecuadamente en los planes hidrológicos correspondientes. Pero no sucede los mismo en el caso del Guadiana y el Segura donde “los recursos de la cuenca se han reservado para los regadíos de Murcia” frente a las necesidades que requiere Albacete.
“En el caso de Guadiana y Segura la solución que toman estas dos confederaciones es reducir las dotaciones para que, al final, cuadren los balances”, asegura el presidente en funciones de la Federación de Regantes. Y es que, los usuarios de ambas cuencas se enfrentan a la “sobreexplotación de los recursos” que desde las organizaciones agrarias como UPA catalogan como errónea, y que les impone una situación de sequía. Sin ir más lejos, en la cuenca del Segura los 10 acuíferos existentes están catalogados como sobreexplotados.
Si se observa la evolución de los niveles piezométricos de la cuenca del Guadiana en La Mancha, con los datos oficiales del propio Ministerio, la situación de los acuíferos es de estabilidad y en equilibrio en los últimos 20 años. Es decir, “las extracciones son menores que la recarga que recibe el acuífero y, por tanto, se puede compatibilizar un mayor uso de forma sostenible y a la vez proteger los ecosistemas asociados”.
Así se expresaba en Las Pedroñeras, el hidrogeólogo Francisco Turrión, durante una charla que forma parte de las actividades que Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y Cooopaman realizó el pasado mes de noviembre para dar a conocer la verdad sobre los acuíferos y las aguas subterráneas de esta cuenca que desde hace años tienen colgada la etiqueta de sobreexplotación, si bien no hay un estudio hidrológico que lo determine. Más bien hay muchas evidencias avaladas con estudios científicos de que ese estigma no se ajusta a la realidad.
“Ahí es donde tenemos los regantes de llevar una voz unida”, dice Molina que insiste en que hay que “hacer ver las necesidades que tienen los distintos territorios de Castilla-La Mancha” para que la región también participe en el reparto de esos recursos.
Trasvase Tajo-Segura
El trasvase Tajo-Segura es una de las grandes batallas políticas de los últimos años entre ésta región y el Levante español, pero desde la perspectiva de los regantes la infraestructura no tiene por qué ser sentenciada.
Molina defiende que “como regantes, entendemos que los trasvases son una medida más de gestión” pero en el caso del Tajo Segura, “defenderemos es que los recursos de Castilla-La Mancha también tienen que usarse en esta región, y el trasvase Tajo-Segura como se está explotando hoy día tiene rechazo absoluto porque no deja nada en Castilla-La Mancha. Si se cambian las reglas de explotación del acueducto puede haber una satisfacción para todos”. La apuesta es un cambio en esas reglas de gestión en el acueducto.