“Náufrago” es una película clásica protagonizada por Tom Hanks sobre un hombre que sobrevive cinco años en una isla desierta. No es ni mucho menos la primera vez que se cuenta esta historia. Había náufragos en la Eneida o la Odisea, aunque sus islas estaban habitadas.
Robinson Crusoe, publicada en 1719, cuenta la historia de un náufrago que debe sobrevivir por sí solo. Está inspirada por el caso real de Alexander Selkirk, un bucanero escocés que sobrevivió cuatro años en una isla del Pacífico sur. También hay ejemplos modernos, como el del marinero chino Poom Lim que sobrevivió 133 días en una isla en la segunda guerra mundial, o el pescador salvadoreño José Salvador Alvarenga, que pasó 14 meses a la deriva en una barca en el Pacífico y fue rescatado en 2014.
La pregunta es: ¿podrías sobrevivir tú? La respuesta no te va a gustar, porque hay pocas probabilidades. La supervivencia de una persona en la naturaleza está determinado por la regla de los treses. Esta regla dice que podemos sobrevivir 3 minutos sin respirar, 3 horas sin refugio contra el frío o el calor extremo, 3 días sin agua y 3 semanas sin comida.
Si no te has ahogado en el naufragio, y el clima es hostil, tu prioridad debería ser encontrar refugio. Todos pensamos en hacer una cabaña con hojas de cocotero, pero si la isla es una roca pelada, o estás en el océano Ártico, puede que no sea tan sencillo. Lo siguiente es conseguir agua dulce para beber. Se puede usar un plástico para recolectar agua de lluvia o destilar agua salada, pero si no llueve, o no tienes con qué almacenar agua, es probable que no pases del tercer día.
Cuando pensamos en sobrevivir en una isla lo primero que nos viene a la cabeza es la comida, cuando en realidad es lo menos urgente. Podemos ayunar durante semanas usando las reservas del cuerpo. Pero si ya tienes refugio y agua, llega el momento de buscar alimento.¿Has pescado alguna vez con una arpón hecho con una rama afilada? Es más difícil de lo que parece. Si no sabes cazar o pescar, o no hay alimento disponible, en unas pocas semanas las cosas se pondrán muy feas.
Por último, si en cualquier momento sufres un accidente y estás herido o incapacitado, el juego se acabó, ya que no podrás conseguir agua ni comida, ni reparar tu refugio. Aquí es donde entra uno de los factores más importantes para sobrevivir: tener a otras personas.
Los grupos de personas que colaboran entre sí y se ayudan mutuamente son mucho más estables, porque es así como nuestra especie consiguió sobrevivir y adaptarse. Pero esto lo contaremos en el próximo episodio.