El abandono de animales representa una de las caras más crueles e incívicas de la crisis. Esta es la principal causa que ha esgrimido la protectora Modeprán, que gestiona el centro de adopción de animales del Ayuntamiento de Valencia, para explicar el importante aumento de abandonos de perros y gatos registrado el año pasado en la ciudad.
Y es que, según han informado fuentes de la entidad a eldiario.es, a lo largo del ejercicio pasado entraron a las instalaciones municipales 1.457 canes, lo que supone un aumento del 29,5% con respecto a 2014. En el caso de los felinos, las entradas ascendieron a 1760 ejemplares, un 43% más.
En este sentido, las mismas fuentes han explicado que otra de las causas del incremento de abandonos es que cada vez más la gente viene a Valencia “de otras poblaciones cercanas, e incluso de fuera de la Comunitat, a abandonar aquí a su mascota porque saben que no se sacrifican”.
Sin embargo, advierten que en la mitad de estos casos cuando reciben el aviso y encuentran al animal, o ya está muerto por atropello o está muy malherido: “En la mitad de los casos no sobrevivien”, explican.
La otra cara de la moneda la representan las adopciones, que también han subido “gracias a la gran labor de los trabajadores y voluntarios de la entidad”, han destacado.
Así, el año pasado se registraron 911 adopciones (30 en el extranjero), un 25% más que en 2014.
Aún así, el centro está totalmente colapsado al tener actualmente 464 animales (297 perros y 167 gatos) en unas instalaciones con capacidad para 120 (60 canes y 60 felinos). Por este motivo, desde la entidad han hecho un llamamiento a los valencianos para que adopten animales de la protectora si deciden tener mascota.