Si te he visto, no me acuerdo. Esa ha sido la tónica de la declaración de David Serra, exalto cargo del PP del Gobierno de Francisco Camps, en el juicio por la pieza separada 5 del 'caso Gürtel' en la Audiencia Nacional (AN). Serra era uno de los cargos del PP más cercanos a la red Gürtel, según declararon los responsables de la trama que han alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción. Sin embargo, David Serra ha mantenido que Álvaro Pérez 'El Bigotes' “tuvo la capacidad de engañar a muchísima gente”. El acusado, vicesecretario general del PP desde 2007, ha reconocido que mantenía una relación profesional con Álvaro Pérez al ser el organizador de los actos del partido en Valencia.
“Álvaro Pérez en aquella época era un bravucón o ejercería cierta chulería, yo creo que sacaba pecho de cosas que no eran ciertas”, ha declarado a preguntas de la fiscal anticorrupción. “Entre el mundo de lo real o irreal, él viviría”, ha apostillado.
David Serra, que también fue diputado autonómico del PP, ha reconocido que conocía una de las empresas de Francisco Correa desde principios de la década de 1990 cuando era uno de los líderes de las juventudes populares y el jefe de la red Gürtel servía los billetes de avión para desplazamientos desde su empresa de viajes. Serra está acusado en la causa por la contratación de la red de empresas de Gürtel en varias ediciones del Open de Tenis de Valencia, un evento del que ha sacado pecho ante el tribunal de la AN. Se trataba de una “apuesta estratégica del Gobierno [de Francisco Camps] por el tenis de alto nivel”, ha explicado.
La empresa Orange Market, filial de Gürtel en Valencia, ejercía una suerte de papel de seguro de los intereses de la Generalitat Valenciana en el Open de Tenis, un evento privado con patrocinio público a través de una empresa autonómica. A pesar de las disensiones con la firma organizadora, las empresas de Gürtel se encargaron de la zona 'hospitality' del torneo, ubicado en el elitista Club de Tenis de Valencia, del que la familia del expresidente valenciano era socia. De hecho, El Bigotes confesó en un escrito remitido a la AN que el propio Francisco Camps le comunicó, en una pausa de una sesión deportiva en el club, que su empresa se encargaría del evento.
La Sociedad Circuito del Motor y Promoción Deportiva SA, de la que David Serra era responsable, era la patrocinadora formal del evento. El acusado ha responsabilizado a la empresa organizadora de haber propuesto a los proveedores, entre ellos Orange Market, una versión diametralmente distinta a la que ofreció El Bigotes.
Serra ha enmarcado el Open de Tenis en la política de grandes eventos impulsada por los gobiernos populares e incluso ha asegurado que, en algunos casos, se han seguido celebrando. “Se vio que era un gran legado para la Comunitat Valenciana”, ha dicho, independientemente de que se trate de un Gobierno “de centro liberal” o “social comunista”.
Serra abonó en 2006 de manera irregular 36.196 euros a empresas de la trama Gürtel en varias facturas, presuntamente fraccionadas, según ha recordado la fiscal anticorrupción. El acusado ha defendido que se limitó a conformar las facturas. Los documentos se los envió mediante correo electrónico Cándido Herrero, administrativo de Orange Market, a un jefe de servicio del departamento que dirigía Serra antes de registrarlas oficialmente.
El jefe de régimen económico le advirtió de sus suspicacias por el hecho de que su departamento hubiera de abonar las facturas. David Serra ha dicho que el gabinete del entonces conseller de Educación y Deporte, Alejandro Font de Mora, le obligó a abonar los gastos con la excusa de que la secretaria autonómica de Deportes había coordinado la presencia de la Generalitat Valenciana en el Open de Tenis. “Desde el gabinete del conseller me han llamado y me han dicho que hay que pagar estas facturas”, recuerda Serra que ordenó a sus subordinados reticentes.
Para la edición del evento en 2007 se abonaron facturas fraccionadas a cinco empresas de la red Gürtel por un monto total de 57.040 euros, tal como ha recordado la fiscal. La representante del Ministerio Público ha ahondado en los regalos que supuestamente recibió Serra de la trama. El acusado ha negado que recibiera unos gemelos de Orange Market en 2005. “No tengo conciencia de haber recibido unos gemelos de Orange Market, sí que puedo decir que he recibido otros regalos, no tengo problemas”, ha dicho.
Sin embargo, sí que ha reconocido haber recibido una manta de Orange Market, que todavía conserva y ha dicho estar dispuesto a poner a disposición del tribunal. Serra también ha reconocido que cuando nació su hijo pequeño, en 2008, Álvaro Pérez le hizo llegar un “regalo de cortesía” de El Corte Inglés con jabones y toallas.
“Establecimiento de joyería común”
El expolítico del PP, que ha lamentado haber sido “arrasado por un tsunami que se llamaba Gürtel por pasar por la calle”, ha intentado matizar su relación de amistad con El Bigotes. Cuando entró en la estructura del partido a finales del 2007, mantuvo cierta relación al ser Orange Market la empresa encargada de organizar los actos del partido. “Amistad de ser amigos yo no fui jamás amigo de Álvaro ni él mío, medir la amistad es muy difícil”, ha afirmado. También ha dicho que no se fiaba de Álvaro Pérez:
“Comer con Álvaro recuerdo haber comido dos veces con él solos y algunas veces más con más gente. En 2008 hubo muchísimo contacto porque hubo una campaña y dos congresos del partido y trabajamos muchísimo”, ha abundado.
En ese momento, la fiscal anticorrupción le ha preguntado si recordaba que “tuvieran establecimiento de joyería común” en el que El Bigotes le mostraba los relojes de lujo que le gustaban a Serra. “Álvaro Pérez”, ha explicado el acusado, “tenía una joyería de referencia en la cual me ofreció presentarme al encargado para hacerme descuentos”. ¿Eran relojes de alta gama?, le ha preguntado la fiscal. “Fuesen los que fuesen”, ha contestado Serra.
Otra prueba comprometedora de la amistad de El Bigotes con Francisco Camps y David Serra, entre otros dirigentes populares valencianos, es el video de la boda de Álvaro Pérez, celebrada en 2008, en el que el novio desglosa un emotivo elogio hacia el expresidente valenciano. Serra, tal como ha reconocido, fue uno de los invitados al convite.
“La verdad es que fui pero tampoco sabía por qué estaba allá, era el típico evento social que piensas que vas de relleno y luego te das cuenta de que hay menos gente de lo que esperabas”, ha matizado Serra. El acusado ha contextualizado el elogioso discurso del Bigotes hacia el entonces presidente autonómico en una “relación de peloteo” y de “relación comercial”. “Mi mejor cliente, que es el PP, al jefe del PP le digo que es el tipo más alto del mundo”, ha resumido.
A preguntas del letrado defensor de Francisco Camps, el acusado ha aseverado que nunca presenció una conversación entre El Bigotes y el entonces presidente valenciano. “Las únicas veces que vi a Álvaro Pérez era cuando se hacía un hueco para estar cerca de Camps, ese tipo de gestos”, ha dicho en referencia a los actos que organizaba Orange Market para el partido. “Si me dice si he visto algún abrazo, a lo mejor al finalizar un acto que ha salido fenomenal, se le ha abrazado”, ha añadido, aunque ha matizado que “en política se abraza a muchísima gente”.
La “fisionomía” y el “lenguaje corporal” del Bigotes
La otra acusada que ha declarado este martes, la exconsellera zaplanista Alicia de Miguel, ha descargado la responsabilidad de contratar con la red Gürtel en su exjefe de gabinete, Enrique Navarro, que tras alcanzar un pacto de conformidad con Anticorrupción confesó que la adjudicación fue para “congraciarse” con el campismo de cara a continuar en la siguiente legislatura.
Además, Alicia de Miguel tampoco ha ahorrado calificativos a El Bigotes. La acusada ha dicho que no conocía de nada al delegado de la trama en Valencia pero ha reconocido que lo había visto en algún acto del partido. “Por su fisionomía y su lenguaje corporal se le veía fácil”, ha explicado. “Ni él tenía mi teléfono, ni yo el suyo”, ha apostillado.
También ha negado que recibiera regalo alguno de la trama y ha tildado de “ridículo”, “bobada” y “tontería” el hecho de que Álvaro Pérez tuviera la capacidad de mediar para que Camps le asegurara la continuidad en el Ejecutivo autonómico. Sobre si percibió algún tipo de relación de amistad entre expresidente valenciano y El Bigotes ha respondido tajante: “Nada, cero, en ningún momento”.
En definitiva, si te he visto, no me acuerdo.