Quien pensara que la calma iba a volver a Callosa del Segura una vez que la Cruz de los Caídos fuera retirada el pasado 29 de enero, es que no conoce Callosa del Segura. O al menos no conoce al colectivo que defiende el monolito levantado tras la Guerra Civil para honrar la memoria de los vecinos de la localidad alicantina muertos en el bando nacional.
Los partidarios del monumento, que obvian que sea franquista, sino católico, han pasado del duelo –entiéndase como el sentimiento de dolor- por la ausencia de la Cruz en la plaza de España, a protagonizar un nuevo duelo –acepción de enfrentamiento- con luces y sombras contra el equipo de gobierno local.
Las luces, las que está utilizando una vecina desde finales de la semana pasada para proyectar por la noche y desde su balcón el holograma de una cruz en la fachada de la iglesia de San Martín, justo en el emplazamiento donde estaba ubicado el símbolo que retiró el Ayuntamiento en cumplimiento de la ley de la Memoria Histórica. Teresa Agulló se ha venido escudando en que el sacerdote de la iglesia le ha dado permiso para iluminar la fachada del templo católico.
Pero este argumento no ha convencido al tripartito (PSOE, Izquierda Unida y Somos) que interpuso una multa a la anciana de 100 euros al día por incumplir, afirman, el artículo 110 de la ordenanza que prohíbe la proyección de luz o reproducción de sonido en la vía pública. Agulló no se ha achantado y en pocos días se ha convertido en la “vecina-coraje” para los defensores de la Cruz, que incluso han respaldado una recogida de firmas online (más de doce mil hasta ahora) impulsada por la asociación ultracatólica HazteOir y se han prestado a sufragar el coste de las multas.
A luz, más luz. Eso ha debido de pensar el consistorio porque al carecer de efecto su medida punitiva, ha colocado cuatro potentes focos en el mismo edificio donde la mujer tiene instalado su reflector. El resultado, Callosa cuenta estos días con la plaza de España posiblemente más iluminada de todo el país.
Sin embargo, donde hay luces hay sombras. Y entre ellas se han debido de resguardar los autores de las pintadas que han aparecido en las fachadas de las viviendas de los concejales del equipo de gobierno José Navarro (Somos Callosa, marca integrada por Podemos) y Rubén Manresa (IU), además de en otros puntos del municipio de 19.000 habitantes.
Los regidores ya han anunciado que denunciarán ante la Guardia Civil este acto vandálico que tiene forma de cruz y color rojo y que se ha realizado en la madrugada de este sábado. Entre las numerosas reacciones de condena destacan dos, la de la Plataforma en Defensa de la Cruz y la del Partido Popular local. Si bien es cierto que ambos han mostrado su repulsa, los primeros han aprovechado el comunicado para “repudiar” también “aquellas actuaciones tendentes a amedrentar a las personas en su derecho a ejercer su libertad de expresar su opinión o creencia”, en alusión al “acoso policial” que aseguran en otro comentario en Facebook que sufre Teresa Agulló. El PP ha ido más allá y ha venido a justificar las pintadas al denunciar en el escrito de condena denunciar “la actitud provocadora y para nada conciliadora del equipo de gobierno con el tema de la Cruz”. “Viven anclados en un pasado del que parecen añorar muchas cosas”, ha añadido la formación conservadora.