La dimisión en diferido de Echávarri que no contenta a nadie

Gabriel Echávarri ha enfriado su inminente dimisión como alcalde de Alicante y su intento de marcar los ritmos de su renuncia al cargo ha irritado a todas las fuerzas de la oposición.

Es con ellas con las que ha pedido establecer un diálogo para que, en el tiempo que estima que se podría decretar la apertura del juicio oral por el 'caso Comercio -alrededor de mes y medio-, su número dos Eva Montesinos se haga con la vara de mando en sesión de investidura. En caso contrario, el primer edil, procesado por un presunto fraccionamiento de contratos, se negaría a dimitir porque ello supondría dejar la alcaldía de Alicante en manos del PP, “un partido podrido y corrupto”.

La premisa de no devolver el poder a los populares también la suscriben los tres ediles de Compromís, formación con la que compartió el equipo de gobierno aunque, para empezar, los de Natxo Bellido rechazan que el actual alcalde les haya pedido “una negociación sin condiciones”.

En caso del voto afirmativo de la coalición valencianista, sumado a los seis ediles del PSPV-PSOE, todavía faltarían seis para llegar a los 15 asientos que dan la mayoría absoluta en Alicante. Los socialistas van a volver a mirar a los cinco concejales que ostenta Guanyar, sin descartar tratar de convencer a los otros cinco representantes de Ciudadanos.

Con respecto a los primeros, su líder Miguel Ángel Pavón, ha afirmado que la propuesta de Echávarri de traspasar la alcaldía a la portavoz del grupo municipal socialista no es de su agrado. La gestión que ha protagonizado Montesinos con el escándalo por la aparición de un dispositivo de grabación en el despacho de la concejalía de Urbanismo, sumado a su decisión de apartar a técnicos del área que anteriormente dirigía Pavón, pondrían en duda el voto favorable de Guanyar.

No obstante, tanto Guanyar como Compromís supeditarían su posicionamiento al resultado de consultas internas, que tendrían la última palabra. Y con todo, si salieran adelante las arduas negociaciones, en estas también debería dar luz verde al menos uno de los dos ediles no adscritos del Ayuntamiento, Nerea Belmonte, exconcejala de Guanyar, y Fernando Supulcre, antiguo regidor de Ciudadanos.