Fue el responsable de las más de 2.600 vidas que se subieron al último barco que escapaba de la represión que el bando franquista iba a aplicar a los republicanos con el final de la Guerra Civil. Sin embargo, para el recuerdo parece que solo ha quedado el nombre del navío, el Stanbrook, que sufrió dos ataques desde que zarpó de Alicante el 28 de marzo de 1939 y logró llegar poco tiempo después a Orán. La Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica restauró este domingo el nombre y rostro del hombre que hizo posible esa huida: Archibald Dickson, cuya heroica acción ha sido comparada con la del empresario alemán Oskar Schindler, que salvó la vida de 1.200 judíos durante el Holocausto.
Con este pretexto se descubrió en la mañana de este domingo un busto del capitán galés gracias a las fotografías que se han podido encontrar de él recientemente. Al acto no faltaron las hermanas Helia y Alicia González, testigos directos de aquella hazaña como contó este periódico. También acudieron representes políticos que van desde el conseller de Transparencia Manuel Alcaraz, a la concejal socialista Sofía Morales pasando por los regidores de Compomís Natxo Bellido y María José Espuch –exedil de Memoria Histórica- y Miguel Ángel Pavón y Julia Angulo de Guanyar Alacant, entre otros.
Se trata de un nuevo reconocimiento que se suma al que la ciudad otorgó al Stanbrook en abril de 2014 con motivo del 75 aniversario de la huida del último buque con exiliados. Entonces se inauguró una placa como reconocimiento que en mayo de 2017 sufrió un acto vandálico justo un día después de que el pleno del consistorio alicantino aprobara iniciar el hermanamiento con la ciudad natal del capitán Dickson, Cardiff (Gales).
Este domingo, desde la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica se volvió a reclamar el establecimiento de estas relaciones fraternales entre ambas ciudades como un paso más para homenajear a Archibald Dickson, cuyo barco ha sido también comparado recientemente con el español Proactiva Open Arms, que está detrás de las casi 60.000 vidas que ha salvado en el Mediterráneo y que la justicia italiana mantiene bloqueado acusado de “favorecer la inmigración ilegal”.