Cuando la conexión de AVE entre Valencia y Castellón se ponga en marcha, el trayecto en tren entre la capital de la Plana y Madrid se acortará “en torno a media hora”, según el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Pero con el fin de la obra, no se acabarán los problemas que la alta velocidad ferroviaria han traído al servicio de Cercanías entre Valencia y Castellón.
Los usuarios de los trenes de corta distancia habrán perdido indefinidamente frecuencias, y además tardarán “ocho minutos y medio de tiempo” más en viajar entre las dos ciudades, lo que supone al año “una pérdida de 518.000 horas al año en este servicio y estas frecuencias”, en palabras de María José Salvador, consellera de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana.
Salvador destacó que los viajeros de los trenes Alvia (los actuales trenes que comunican Castellón con Madrid) “son al año unos 116.000 mientras que los usuarios de cercanías son 3,7 millones”.
Circulación en pruebas varios meses más
De la Serna y Salvador hicieron estas declaraciones el lunes al mediodía en la estación intermodal de Castellón. El ministro llegó en un tren de alta velocidad para dar fe del inicio de la “circulación en pruebas”, y allí fue recibido por la consellera, y también por la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, entre otros políticos.
Preguntado por la fecha en la que los viajeros podrán usar el servicio de AVE entre Castellón y Madrid, De la Serna no quiso poner plazos, pero advirtió que todavía quedan varios trámites que ocuparán “unos pocos meses”. “No creo que los políticos tengamos que poner una fecha a las personas que tienen que encargarse de la seguridad”, afirmó.
Las cautelas de De la Serna llegan después del incumplimiento de las promesas del Gobierno de España en cuanto a la puesta en marcha de la línea. Su antecesora en el cargo, Ana Pastor, anunció en el año 2014 que el AVE llegaría a Castellón en 2015.
Cuatro trenes diarios a Madrid
El ministro anunció que, una vez que el servicio se ponga en marcha, habrá dos líneas “tipo AVE y dos intercity diariamente” que comunicarán Castellón y Madrid. Esto supone “cuadriplicar” la frecuencia actual e “incrementar el número de plazas hasta 1.270”. De la Serna explicó la obra ha costado “unos 175 millones para la colocación de lo que se denomina como tercer carril”.
Salvador, por su parte, criticó que se trata de un “tercer hilo” y no una “doble plataforma”. Esto provoca que en esta línea “tienen que coexistir cercanías, alta velocidad, trenes regionales y mercancías”. La consellera pidió “una buena gestión y una buena planificación” para evitar “una saturación del servicio”.
Puig pide más corredor mediterráneo
De la Serna consideró que esta obra es una muestra del compromiso del Gobierno con el corredor mediterráneo, que es “una prioridad política, social y económica”.Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pidió al Ministerio de Fomento una reunión que sirva para diseñar una hojra de ruta “creíble” para el corredor mediterráneo y se quejó de la “infrainversión” en la Comunidad Valenciana, informa EFE.
El ministro se refirió también al proyecto de aumentar las frecuencias y los trayectos en las Cercanías entre Castellón y el norte de la provincia. Pidió “seguir manteniendo reuniones con la Generalitat para intentar llegar a un acuerdo para ver si es posible entre todos reforzar las cercanías en la zona norte de Castellón hacia Tarragona”.
Protesta de los estibadores
Después de hacer estas declaraciones en el andén, subió al tren de vuelta a Valencia. Por ello, no llegó a encontrarse con varios estibadores que le esperaban en el vestíbulo de la estación, y que permanecieron rodeados de un fuerte dispositivo policial hasta el final del acto. Ximo Pesudo, representante de los estibadores de Castellón, pidió al ministro “dialogar y llegar a un consenso” para resolver el conflicto entre el sector y el Gobierno.