Agua a nivel de las rodillas dentro de un vagón de tren de la red cercanías detenido dentro de un túnel inundado por los efectos del temporal. Esta era la situación angustiosa vivida por algunos de los usuarios de la línea C-3 que se puede leer en un hilo explicativo en la red social Twitter bajo el título explícito “Hilo de cómo casi morimos encerrados en un cercanías de València en un túnel inundado”.
La experiencia relatada por esta situación dentro del capítulo de fuertes lluvias en la ciudad de València no ha pasado desapercibida y el senador de Compromís Carles Mulet lo ha llevado a la cámara alta para pedir responsabilidades y medidas.
Según explica este hilo todo empezó con retrasos de casi una hora en gran parte de la red de cercanías de València debido a la tormenta y las inundaciones. Cuando llegó el tren en el interior “había bastantes goteras y asientos mojados”, y cuando volvió a ponerse en marcha y se acercó a uno de los túneles entre la Fonteta y Sant Isidre los pasajeros pudieron ver que había mucha agua por toda la vía, “parecía que íbamos flotando por un río, con muchísima corriente”, explica el relator.
Entonces “el tren ha empezado a forzar el motor, y no podía avanzar. Ha empezado a entrar muchísima agua de golpe en el último vagón sobre todo (en el que estábamos) El agua seguía subiendo y ha empezado a fallar tanto el motor como las luces del tren”. Pese a esta situación el pasajero afirma que “nadie nos decía nada, el maquinista no salía. Había gente con serios ataques de ansiedad”.
La inundación -prosigue- llegó en el último vagón del tren “hasta el nivel de los asientos, hasta las rodillas”, lo que hizo que los pasajeros cambiaran de vagón hacia los que tenían menos agua. Esta situación se alargó durante casi media hora, y entonces fue cuando el maquinista salió a decir que se iba a tratar de remolcar el convoy con otro tren.
No obstante, y mientras continuaba subiendo el agua, llegó un tren casi una hora después y el que iba a ser el rescatador se quedó atascado también, “porque son trenes súper antiguos, que funcionan a diesel, sin electrificar, sin potencia”, lamenta el usuario. Tras ello afirma que “nos han dejado hasta pasadas las dos horas y media sin saber nada”, aunque el tren remolque les proporcionaba luz. En ese momento, y como había parado la lluvia, se decidió que el nivel de agua había bajado lo suficiente como para bajar de forma segura; así los pasajeros pudieron salir tras casi tres horas encerrados. Fue entonces cuando pasaron al otro tren (“más viejo que el nuestro”) y los acercó hasta la próxima estación.
No obstante el usuario se queja de que “ni Renfe ni Cercanías se han hecho cargo al momento de la gente que tenía que finalizar su recorrido más allá de Buñol, como Utiel o Requena”. Esta queja se une a las clásicas de los pasajeros habituales de la línea C3 que “llevamos sufriendo desde años el abandono de Renfe, Adif y Cercanías con cada vez menos trenes, de peor calidad, túneles chapuza para solventar el problema que surgió con el AVE, y cada vez precios más caros. Eso sin contar el tener encerrado un pasaje entero en dos vagones durante 3 horas, sin dejarnos ventilar la mitad de ese tiempo. Las medidas anti COVID si eran insuficientes antes en todo el transporte público, ahora ya ni hablamos. En fin”.
Ante esta situación el senador Carles Mulet, ha señalado que también se han producido situaciones similares, aunque menos graves en los trenes regionales de la zona del Maestrat y Tortosa.
Por ello Mulet ha presentado una batería de preguntas en las que reclama saber qué falló para que se produjera esta situación, si se van a tomar medidas correctoras o si se va a mejorar esta línea férrea en los próximos presupuestos, entre otras cuestiones.