Si este fin de semana eran pesos pesados del Partido Popular, como su secretario general y miembro del Consell, Serafín Castellano, o el síndic en Corts, Jorge Bellver, quienes cargaban contra la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) por su Diccionari Normatiu, finalizado tras doce años de trabajo y que equipara valenciano y catalán, ahora le ha tocado el turno al President de la Generalitat, Alberto Fabra.
Casualmente, estas críticas han coincidido con el anuncio de la Acadèmia, que ha suspendido -de momento sin fecha alternativa- la presentación de la obra, prevista para este martes, por razones de “ajustes en la aplicación informática de la web” y “problemas” en su servidor.
Sobre el Diccionari, el jefe del Consell ha afirmado que el documento de la AVL incluye “ciertas cuestiones que no son compartidas con el espíritu establecido en el Estatut d'Autonomia de la Comunitat Valenciana”, que establece en su artículo 6 que “la lengua que se utiliza en la Comunitat Valenciana es el valenciano”, y ha ratificado su compromiso de “hacer cumplir” el texto estatutario.
Precisamente, Fabra se ha referido al citado artículo del Estatut, que “es muy claro” y, en este sentido, remarca que “el compromiso de todas las personas que representan desde los distintos ámbitos cualquier aspecto de la Comunitat Valenciana, y la AVL lo hace, es defender lo nuestro, que es nuestra lengua, el valenciano, y nuestras señas de identidad”, por lo que ha sentenciado que “así lo vamos a hacer cumplir”.
Sobre las críticas vertidas por los dirigentes de su partido y acerca de la posible adopción de medidas contra la AVL, el President ha insistido en que van a “poner de manifiesto que el compromiso que tienen todos los representantes en cualquier ámbito de la Comunitat Valenciana es defender el estatuto y nuestras señas de identidad”.
Críticas fruto de la “ignorancia”
El vicepresidente de la Acadèmia, Josep Palomero, ha salido al paso de las críticas vertidas desde el Partido Popular y la Generalitat Valenciana, y las ha calificado de “fuegos artificiales” fruto de “su propia ignoráncia”.
En declaraciones a Europa Press, Palomero considera desproporcionada la reacción, “lo desconocen absolutamente todo y han construido sobre una palabra -de las más de 93.000 que recopila el diccionario- un castillo de fuegos artificales”.
La polémica viene por la definición que se le da al valenciano, “idioma románico hablado en la Comunitat Valenciana, Baleares, Catalunya y otros territorios de la Corona de Aragón y que también recibe el nombre de catalán”, con lo que se equipara y se ven compatibles ambas acecpciones para referirse a la lengua.
El representante de la AVL también consideraba “incomprensible” que un gobierno “actúe en contra de una institución de la propia Generalitat”, así como también les ha acusado de “invadir” competencias que no son de la Generalitat sino de la Acadèmia, “tal y como establece la ley de su creación”.
Palomero también explicaba que la AVL se creó para “poner paz en el falso conflicto lingüístico” pero cree que “hay quien despierta al monstruo del Lago Ness cuando hay un horizonte electoral desfavorable”, al tiempo que recuerda que lo que se dice en la definición del Diccionari ya se dijo en el Dictamen sobre la lengua aprovado por la AVL en 2005.
Críticas de la oposición
Desde la oposición, tanto PSPV como Esquerra Unida y Compromís han denunciado las críticas del Partido Popular al Dicccionari, y les han acusado de radicalizarse y querer utilizar la lengua “para dividir a los valencianos”. Así, han acusado al PP de “crear debates estériles” o de intentar “imponer criterios políticos”.