El Puerto de València aprueba la construcción de la nueva terminal de cruceros junto a Natzaret sin declaración de impacto ambiental
El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha seleccionado este viernes la oferta presentada por Baleària para la construcción y gestión de la nueva terminal pública de pasajeros del Puerto de València. Esta infraestructura se ubicará entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia. La terminal ocupará aproximadamente 100.000 m2 y su concesión se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años. La inversión prevista por la compañía asciende a 12 millones de euros.
La ejecución de la terminal de cruceros en los astilleros Unión Naval (junto al barrio de Natzaret), cuya titularidad indirecta del cien por cien de las acciones es de Boluda Corporación Marítima (BCM), viene como consecuencia de los cambios introducidos en el proyecto de ampliación del Puerto de València por parte de sus actuales responsables, con el presidente Aurelio Martínez a la cabeza, por lo que implicará la eliminación de la actual terminal ubicada en la zona norte, en un punto mucho más alejado del casco urbano.
Para aprobar este traslado de la terminal de la zona norte a los astilleros de Boluda, la APV aprobó una compensación al empresario y presidente de AVE, Vicente Boluda, mediante una concesión de 35 años para construir dos torres de oficinas de 13 pisos a cambio de rescatar la de los astilleros de Unión Naval que ya no utilizaba y cuyo contrato expiraba en 2027.
Pese al evidente impacto ambiental que implica una terminal de cruceros por las emisiones que generan tanto los buques como el tráfico de vehículos que generará, el director general de la APV, Francesc Sánchez, ha asegurado que esta infraestructura no requiere de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), según la legislación: “Es como si se construye un edificio de oficinas”, ha afirmado.
Sin embargo, el pasado año el Puerto de València figuraba entre los 50 de Europa con mayor contaminación en el aire como consecuencia de la actividad de los cruceros, en concreto, estaba en el puesto 46 de un ranking que encabezaban Barcelona y Palma de Mallorca, seguidos de los puertos de Venecia, Civitacecchia y Southampton. Así, España, Italia, Grecia, Francia y Noruega eran en ese momento los países más expuestos a la polución que generan los grandes buques de pasajeros.
La propuesta seleccionada ha contado con una valoración muy positiva de 93 puntos sobre 100. El Consejo de Administración de la APV ha destacado que el proyecto “va a ser una infraestructura accesible, sostenible e inteligente, al servicio de la ciudad, tal y como se recogía en los requisitos publicados en el pliego del concurso”.
La naviera Baleària fue la única empresa que presentó oferta para hacerse con la construcción y explotación de la nueva terminal de pasajeros en los mencionados astilleros.
Baleària, con sede en Dénia, se ha convertido en una de las principales empresas de la Comunitat Valenciana y es un ejemplo de gestión, liderada por su presidente Adolfo Utor. Además, el exalcalde de Gandia y exasesor del presidente Ximo Puig, José Manuel Orengo, abandó el gabinete de Presidencia en octubre de 2018 para entrar en la naviera como director corporativo de Expansión.
Utor y Orengo se conocen desde la etapa del primero en el PSPV -el empresario llegó a ser candidato municipal al ayuntamiento de Dénia en las listas socialistas-.
La propuesta de la naviera Baleària garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de la terminal se producirá en las propias instalaciones, y será de origen renovable. Según el proyecto presentado al concurso de la APV, la estación de pasajeros funcionará con cero emisiones contaminantes y apostará por la economía circular, lo que no evita la contaminación de los buques, salvo que estén equipados y adaptados para poder conectarse a la red eléctrica, lo que contribuiría a reducir las emisiones, pero no las eliminaría por completo.
La terminal reciclará el 100% de los residuos que genere en una planta de biometano que se construirá expresamente para este fin; y tratará los residuos de los buques y los propios del edificio para obtener biogás. Para Martínez, la nueva terminal va a ser “de última generación, absolutamente modélica a nivel internacional y un referente para el sector”. Entre otras novedades del proyecto, destacan el desarrollo previsto de un Centro de Innovación y Ecoeficiencia y un espacio para la dinamización cultural.
Nuevo retraso en la adjudicación de la ampliación norte
Por otra parte, el presidente de la APV, Aurelio Martínez, ha informado de que la semana que viene se remitirá el anteproyecto definitivo de la ampliación norte a Puertos del Estado, un mes más tarde de lo previsto, debido a la documentación que se ha recabado sobre el material de relleno de los muelles o el material de los diques. Martínez ha asegurado en este punto que todo se ajustará a la DIA de 2007 en cuanto a la procedencia de los rellenos, es decir, de la extracción del dragado de la dársena interior tanto del Puerto de València como de Sagunto, entre otras fuentes.
El máximo responsable de la APV ha insistido en que con el aspecto del material de relleno y con la eliminación del dragado a 22 metros de profundidad en el canal de acceso y de la prolongación del dique de abrigo “el proyecto vuelve a la casilla de salida y por tanto se ajusta a la DIA de 2007”, algo que deberá confirmar Puertos del Estado. Esta información, sin embargo, es contradictoria con la aprobación de la terminal de cruceros junto a Natzaret, ya que es uno de los principales cambios del proyecto de ampliación.
Una vez recibido el anteproyecto, Puertos del Estado tendrá tres meses para pronunciarse sobre si se ajusta a la DIA de 2007 o requiere de una nueva evaluación ambiental, como afirman tanto el Ayuntamiento como la Conselleria de Emergencia Climática.
Si Puertos del Estado da luz verde, inmediatamente se hará efectiva la adjudicación de la nueva terminal a la compañía TIL, filial de MSC, aunque previamente deberá dar el visto bueno a los cambios realizados en el anteproyecto.
Paralelamente, la APV trabaja en el proyecto constructivo de los nuevos muelles que debe ejecutar con una inversión pública cercana a los 400 millones de euros, sobre los que se asentará la terminal. Martínez ha asegurado que espera aprobar y licitar el proyecto en el primer trimestre del año que viene.
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