Decenas de personas se han concentrado esta tarde frente a las puertas del Ayuntamiento de Albaida para condenar los “discursos de odio” contra los colectivos LGTBI, después de que un vecino arrancara el pasado sábado las banderas arco iris de la fachada del consistorio y colocara una bandera franquista.
Durante la concentración, convocada por la Vall Diversa y a la que se han sumado colectivos de las comarcas cercanas, como la Safor, l'Alcoià y la Costera, se ha leído un manifiesto y al finalizar el acto de ha desplegado desde el balcón del consistorio una bandera arco iris con las firmas de todos los participantes.
“Los discursos y las acciones de odio, por pequeñas que sean, pueden encender la llama de delitos mayores”, ha advertido Hugo Pla, uno de los portavoces de Vall Diversa en declaraciones a EFE, quien ha pedido que la acción del pasado sábado no quede impune.
La bandera arco iris, han señalado los convocantes de la concentración en su manifiesto, es un símbolo de “hermanamiento, paz, orgullo, convivencia, tolerancia, aceptación, respeto, lucha y reivindicación”.
“Lo más valioso que tenemos es nuestro pueblo y su gente, por eso queremos esta bandera visible en nuestro municipio y en nuestra comarca, para mostrar la lucha y el compromiso hacia la diversidad”, han defendido.
Señalan asimismo que “después de muchos años de silencio y violencia, personas valientes de la comarca, de ayer y de hoy, nos hemos puesto en marcha para decir basta ya a la LGTBIfobia, porque queremos vivir visibles y sin miedo en nuestros pueblos”.
Han reclamado “pueblos sin transfobia en las calles, donde besar a tu pareja, no sea motivo de burlas o insultos”, donde los niños y niñas “no sufran cada vez que van a la escuela o instituto”, y la gente sea “auténtica y feliz”.
Lamentan que los resultados de las elecciones y la entrada de la extrema derecha a las instituciones está “sesgando” todo lo que tenga relación con el colectivo LGTBIQ+, mostrando abiertamente “su rechazo y odio”.
Frente a ello, piden a la sociedad que “reaccione” ya que “la responsabilidad es colectiva y va desde las microagresiones como cuando el entrenador de fútbol grita 'maricón' al niño cuando falla, o cuando se silencian las violencias y no queda otra alternativa que cambiar de pueblo”.
Piden por ello a los ayuntamientos y a los centros educativos que trabajen activamente con planes, normas y campañas para evitar la violencia LGTBIQ+fóbica, y “un plan de políticas LGTBIQ+ comarcales y municipales”.
“No queremos alarmismo, queremos activismo porque las agresiones al colectivo LGTBIQ+ se están normalizando en nuestras calles” advierten, al tiempo que defienden que “luchar por la diversidad es luchar por la libertad”.
Hugo Pla ha leído también una carta personal en la que ha apelado al pueblo de Albaida a “romper muros” y demostrar que “no queremos fascismo”, sino “libertad”.
En el acto ha intervenido asimismo la concejala María Ángeles Salom, en el nombre del consistorio, para condenar los hechos del pasado sábado.