La amenaza de desahucio en el barrio de Natzaret, en Valencia ciudad, se ha consumado. Pese que la asociación de vecinos de la barriada y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Valencia se habían concentrado en la vivienda, los cuatro inquilinos del piso ha sido desahuciados. Ni la propuesta de alquiler social ni la oferta de retrasar la ejecución hasta encontrar una alternativa habitacional lanzadas por los vecinos han convencido al banco.
El desahucio ha dejado en la calle a cuatro personas: al responsable del piso, a su sobrino, la pareja de éste y a su hijo, según relatan desde la Asociación de Vecinos de Natzaret. El piso era propiedad de la hermana del inquilino, que se instaló allí de forma “ilegal” al no tener trabajo hace dos años. Lo hizo cuando su hermana denunció que la vivienda había sido ocupada anteriormente, ya que debido a su situación económica le pidió quedarse allí. Cuando llegó allí, los anteriores ocupas ya se habían marchado.
La falta de contacto entre los dos hermanos había evitado saber al desahuciado que la vivienda ya no era de su hermana, ya que ella había corrido la misma suerte al no poder pagar la hipoteca. “Al ser gente humilde, su hermana creía que la vivienda era aún de ella”, apunta Ramón Arqués, presidente de la Asociación de Vecinos de Natzaret. El proceso ha sido muy rápido y “nos ha cogido casi desprevenidos para reaccionar al acontecer nada más terminar las fiestas de Fallas y Semana Santa”.
Tanto los vecinos como PAH Valencia han contactado con el Ayuntamiento de Valencia y con la Conselleria de Vivienda para intentar dar una solución a las personas desalojadas. También han enviado una carta a la dirección de Bankia para poder darles unas alternativas.