El conseller de Educación, Vicent Marzà, presentaba el pasado jueves los datos del comienzo de curso en la Comunitat Valenciana -que tuvo lugar el pasado viernes en la provincia de Alicante y que empezará este lunes en Valencia y Castellón- y destacaba la apuesta del Consell del 'Botànic' por las infraestructuras. En este sentido, explicaba que ya hay dieciséis nuevos centros en lo que llevamos de legislatura y hay otros dieciocho que se encuentran en construcción, de los 73 nuevos colegios e institutos previstos para la legislatura. El titular de Educación reiteraba la voluntad del Ejecutivo valenciano de que al finalizar la legislatura no quedará ningún colegio que esté ubicado íntegramente en barracones.
Sin embargo, estas cifras no son suficientes para las asociaciones de madres y padres representadas en Fampa. Así, lamentan que todavía se está lejos de los compromisos marcados en el Plan de Infraestructuras y que aún hay demasiados alumnos valencianos que se ven obligados a estudiar en barracones.
Las cifras que ha dado a conocer Fampa -Conselleria no dará a conocer los datos oficiales hasta el próximo lunes- reflejan que quedan 24 centros que se encuentran instalados íntegramente en aulas prefabricadas; 69 que son antiguos y necesitan una nueva construcción; ocho que se requieren según la planificación escolar; 169 ocupados parcialmente en barracones; y 463 escuelas e institutos con necesidad de actuaciones puntuales.
En opinión de Màrius Fullana, portavoz de Fampa, el Plan de Infraestructuras de Vicent Marzà era ambicioso pero “se ha quedado corto”, al tiempo que lamenta que se haya relegado lo que los padres consideran una prioridad a un segundo plano: “Va todo muy retrasado en relación a las expectativas generadas”.
Por eso, reconocen estar “decepcionados” con el departamento que dirige Vicent Marzà y reclaman más recursos para desarrollar el Plan de Infraestructuras y acabar con los barracones en la Comunitat Valenciana: “Conselleria nos ha reconocido que todo va más lento de lo que esperaban, pero con imaginación, voluntad política y recursos se podría haber resuelto la cuestión”.
1.700 barracones en 2015
El PSPV y Compromís se encontraron cuando accedieron al Gobierno de la Generalitat Valenciana una treintena de centros instalados íntegramente en barracones -con alumnos que han realizado todo el ciclo de Infantil y Primaria sin haber pisado físicamente un edificio (el Ciutat de Cremona de Alaquàs o el Regina Violant de Almassora son algunos ejemplos)-, otros 200 con algún módulo prefabricado, lo que suponía 1.700 distribuidos por todo el territorio valenciano. Todo ello se traducía en unos gastos de 5,5 millones de euros en mantenimiento.