La portavoz 'popular' en las Corts Valencianes, Isabel Bonig, ha lamentado en el pleno monográfico de las Corts Valencianes sobre financiación celebrado este martes que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, “viene a llorar aquí como presidente lo que no supo defender como político valenciano”.
Bonig ha responsabilizado a Puig de formar parte de la “primera traición” a la Comunidad cuando el expresidente socialista Joan Lerma no negoció con Madrid una “adecuada” dotación económica asociada a la transferencia de competencias a la Comunidad por “ansias de país” que tenía, a su juicio, la izquierda.
A su juicio, “ahí arranca el problema”, con esa “primera gran traición de la izquierda”, el “pecado original”, en un momento en el que, según ha recordado la 'síndica', Puig era jefe de gabinete de Lerma. En este punto, ha mostrado una foto de la época de ambos, lo que ha suscitado los aplausos de la bancada del PP, “dos amigos con un mismo destino”. “Está en el origen del problema y, por lo tanto, no puede ser la solución; usted es pasado y nosotros futuro”, ha agregado, dado que en esa época los 'populares' estaban “tomando la comunión”.
El portavoz de Compromís, Fran Ferri, ha indicado que entonces él no era “ni la mitrocondria, no existía”. Puig, por su parte, ha destacado: “Cada uno debe ser consciente de su edad” y “de lo que ha sido su historia y poder retratarse”, y ha asegurado que él siempre ha estado al lado de “la igualdad, la solidaridad y la libertad”.
Isabel Bonig también ha indicado que a la “primera traición” se le sumó una “segunda en 2009” con la aprobación del modelo de financiación actual, cuando “el Gobierno de Zapatero colgó la soga política y cercenó el desarrollo político de esta comunidad, con el voto favorable de la señora (Carmen) Montón”, hoy consellera de Sanidad.
Bonig ha advertido a Puig de que los valencianos esperan de su presidente “algo más que lamentos” y le ha pedido que esté tranquilo porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le recibirá, y le dirá, como ya ha asegurado, que se cambiará el modelo de financiación en la próxima legislatura. Para Bonig, el presidente debería estar más preocupado “por si le recibe Pedro Sánchez” tras las últimas declaraciones, aunque ha matizado que “va a tener suerte porque no va a gobernar”.
“Yo prefiero que gobierne Pedro Sánchez”, ha dicho Puig, quien ha criticado el “mitin” de Bonig y ha señalado que Rajoy dice ahora “lo mismo que en 2011”, en referencia a que cambiará el modelo de financiación. “Ha tenido una oportunidad y no lo ha cambiado”, por lo que ha añadido: “Fuera. Otro”.
La portavoz del PP ha reprochado que Puig no haya acudido en cien días a la Cámara para rendir cuentas y ahora “le entran las prisas y viene para solicitar consenso”. También se ha mostrado convencida de que el 'president' subirá los impuestos.
“Menos llorar y más trabajar”, ha reclamado Bonig, quien ha explicado que si el PP no cambió el modelo cuando llegó a la Moncloa es porque encontró “un desastre de país al borde del abismo”. Además, ha puesto en duda que Puig “tenga claro qué modelo de financiación y de Estado quiere” y si se basa en el “federalismo asimétrico” que crearía “el problema andaluz”, además de no resolver el catalán, o la propuesta de reconocer a Cataluña como nación. En este punto, se ha preguntado “cómo le va a exigir a la gente que cumpla la ley” si él propone no hacerlo.
“ROBIN HOOD DE LOS VALENCIANOS”
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos (C's), Carolina Punset, ha criticado que Puig se atribuya “el papel de Robin Hood de los valencianos”. Para Punset, la solución respecto al modelo de financiación pasa por “igualarnos todos a la media”, lo que supondría “subir la financiación a las comunidades infrafinanciadas y rebajárselas a las que están por encima de la media”.
Punset considera que este “debate”, que sería “justo”, nunca se abordado porque “supondría enfrentamientos sin precedentes entre los barones territoriales de los dos grandes partidos”. Según la síndica de C's, esta solución tendría “un coste económico cero, pero costes políticos” que ni PP ni PSOE “han estado nunca dispuestos a asumir”.
Sin embargo, ha subrayado que “ha llegado el momento de afrontar este precio político” y que “se acaben los privilegios de unos para habar nacido en el País Vasco o Navarra”. “Los derechos de las personas están por encima de los territorios”, ha resaltado. También ha planteado eliminar instituciones “superfluas” porque “no podemos tener 17 miniestados”.
Por su parte, el portavoz de Podemos, Antonio Montiel, ha apostado por un modelo de financiación “basado en la cooperación” para que ésta “prime sobre la competencia” y ha descartado el “café para todos”, además de indicar al presidente de la Generalitat que además de exigir financiación para la Comunidad “hay que hacer un ejercicio de autoexigencia” y “no pensar sólo que la solución vendrá de Madrid con dinero de Madrid”.
Así, Montiel ha pedido que además de “pensar en el dinero que ha de venir” se adopten “medidas en casa propia para mejorar nuestra financiación y poner el dinero donde realmente hace falta”. “Es necesario hacer un ejercicio de autoexigencia además de pedir a Madrid”, ha dicho Montiel, quien ha acusado a PP y PSOE, “los únicos que han gobernado en Madrid” de no haber “arreglado” el tema de la financiación.
Por parte de Compromís, Fran Ferri ha hecho hincapié en que este debate “es más necesario que nunca” y ha alertado de que “nuestro problema no les interesa a quienes tienen la capacidad de solucionarlo”. “Los valencianos somos invisibles a los ojos del poder”, ha lamentado Ferri, quien ha añadido que “la invisibilidad de las minorías permite su discriminación, su marginación y su exclusión”. También ha criticado que el “triunfalismo” del 'expresident' Francisco Camps “ahora lo pagamos”.
Por su parte, el portavoz del PSPV, Manolo Mata, ha lamentado el trato de la administración central hacia la Comunidad Valenciana. “Madrid ahora nos está matando. Nos está matando un determinado gobierno y determinadas actitudes”, ha señalado, además de considerar que “alguien ha de poner freno” a la “situación” que los valencianos “arrastramos” y criticar el “nefasto desprecio” con el que se trata “a dirigentes” de esta autonomía.
DEUDA “IMPROPIA”
Por su parte, Ximo Puig ha hecho hincapié en que es necesario un instrumento para no tener que devolver la deuda “impropia” de la Comunidad, pero ha indicado que “la deuda de la mala gestión o la corrupción, desgraciadamente, mientras no consigamos que lo pague quien lo ha hecho, lo tendremos que pagar nosotros”.
En cualquier caso, considera que también hay que situarse “en el campo de la autoexigencia”, porque “no todo lo va a resolver la financiación”. Al respecto, ha apostado por la “corresponsabilidad fiscal” y por mejorar la “eficiencia” de la gestión. También ha añadido que hay que “llegar a un debate claro en el cupo de las comunidades forales” porque “ahí es donde está la madre del cordero”.
A su juicio, “no se trata de hacer maniqueísmo” y considera que “el PP ha hecho mucho mal, pero no todo”, y ha insistido en que hace falta “buscar juntos una solución, porque si juntos nos ponemos de acuerdo somos más fuertes”. Sin embargo, ha criticado que el “problema” es que “no se quiere escuchar” y, en su lugar, se acusa a los socialistas de “catalanistas malditos”.