“El cambio climático no es como acercarse a la estación del AVE y ver llegar el tren, porque ya está aquí”.
De esta forma tan gráfica ha zanjado José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana, cualquier género de duda sobre la existencia del fenómeno del cambio climático.
Núñez participó este martes en las Jornadas sobre Fenómenos Meteorológicos Extremos en el Mediterráneo celebradas en el rectorado de la Universitat de València junto a otros expertos como el ex delegado territorial de la Aemet en Baleares, Agustí Jansà, el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina.
El responsable de Climatología en territorio valenciano aseguró que “es una evidencia que la tempartura está subiendo motivado por el calentamiento global”.
En concreto, explicó que empezaron a recoger estadísticas desde el año 1960, agrupando los datos cada 20 años y en esos tres periodos de 20 años se ha calculado un aumento de temperatura de 1,2 grados en verano, un cambio bastante importante; en invierno es algo menos pero se ha visto en otros puntos del planeta que el aumento de temperatura se produce más en verano y eso es coherente con lo que se ha observado en el mar, es decir, cuanta más transferencia de calor se produce entre atmósfera y mar es en verano y ese calentamiento del mar similar al del aire está muy relacionado“.
Nuchez afirmó que la temperatura media en verano en territorio valenciano ha subido de los 23,3 grados en los años 60-70 a los 24,5 grados actuales. Además, reveló que en los últimos 20 años el verano térmico empieza dos semanas antes y finaliza cinco días después de lo que marca el calendario.
Al respecto, aseguró que “los efectos del cambio climático se están produciendo desde hace años, incluso décadas, lo que pasa que son fenómenos difíciles de percibir por el cuerpo humano, es decir, cualquier ciudadano no es capaz de percibir cómo están variando los patrones de temperatura, de precipitación”.
Sobre las consecuencias de estos cambios, comentó que “es indudable que han aumentado las temperaturas, las frecuencias de las olas de calor fuera de temporada, y no está tan claro que estén cambiando los patrones de lluvias torrenciales, aunque hay indicios de que estas precipitaciones torrenciales cada vez son menos frecuentes pero cuando se producen son más intensas”.