La campaña por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) denuncia que Marouane Abouobaida, el joven marroquí de 23 años que falleció el pasado 15 de julio en una habitación del centro de València donde había sido apartado para evitar que coincidiera con sus agresores, redactó un escrito para el director advirtiendo sobre sus lesiones.
Según denuncia CIES No, la diligencia de información se redactó un día antes de la muerte del joven y se entregó una hora antes de su muerte, siempre según la versión de la plataforma. En el texto el joven denuncia que no ve por el ojo izquierdo y tiene dolores de cabeza a consecuencia de las lesiones por una agresión. Además, indica que lo acompaña con un informe de urgencias.
Las heridas, según fuentes de la policía nacional, se produjeron después de una pelea con otras personas internas en el CIE. Tras la agresión, el joven fue recluido en una habitación para que no tuviera contacto con sus agresores en el comedor.
Para la plataforma, esta comunicación probaría que los responsables del centro conocían las precarias condiciones físicas y psicológicas en las que se encontraba Marouane y “su respuesta fue encerrarlo en una celda de aislamiento sin vigilancia y sin prestarle la atención que él mismo reclamaba”. Asimismo, afirman desde la plataforma, sus compañeros internos en el centro aseguran que estaba angustiado y triste desde hacía días.
Un familiar del joven que lo visitó la semana anterior al fallecimiento asegura a la plataforma que les escribió. “Nos escribió a su madre, que vive en Rabat, y a mi para que lo sacáramos de allí porque lo estaba pasando muy mal y no iba a poder aguantar mucho más. Me asusté y vine a Valencia. Cuando le vi, me pidió que hablara con un abogado y que hiciera todo lo posible por sacarlo del CIE”, ha asegurado.
La familiar ha explicado a la Campaña por el Cierre de los CIE y el fin de las deportaciones (CIEs NO) que, en Marruecos, Marouane se dedicaba a hacer trabajos de soldador y “otras chapuzas” tras terminar los estudios de bachillerato y que decidió probar suerte en España para ayudar económicamente a su madre que es viuda y vive en una situación económica precaria. El joven intentó cruzar a la península en patera, pero la embarcación fue interceptada en el mar y lo trasladaron directamente al CIE de Zapadores. “La madre de Marouane está destrozada, no come, no bebe, no habla”, ha añadido este familiar.
La policía nacional continúa con la investigación interna sobre la muerte del joven, que según los primeros informes de la Delegación del Gobierno se habría quitado la vida en la habitación donde fue recluido para no coincidir con sus agresores en el comedor. Además, también está pendiente la autopsia.