El mal estado de las aguas del embalse de Bellús preocupa desde hace años a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y a los municipios que lo rodean, un mal estado que se ha agravado con la sequía de los últimos meses y que hace que la CHJ tenga que sumar nuevas medidas para mejorar la calidad del agua.
Esta semana el organismo que gestiona las aguas del Júcar ha presentado a los ayuntamientos de la zona el último proyecto de restauración ambiental planteado: un cinturón verde compuesto de especies de ribera autóctonas.
Este proyecto, cuya redacción finalizó hace unos meses, contará con un presupuesto de más de 5 millones de euros. El Comisario de Aguas, Marc Garcia, junto a parte de su equipo, ha sido el encargado de presentar la actuación y de hacer balance de los trabajos puestos en marcha para mejorar la calidad de esta masa de agua en todo el valle del río Albaida.
El cinturón verde, según ha señalado el comisario de aguas, tendrá una doble función. Por un lado, la recuperación de la vegetación autóctona de ribera que “conseguirá retener los nitratos y evitará que lleguen hasta las aguas del embalse”; y por otro, se va a realizar una mejora ambiental, a través de una senda peatonal perimetral, que “ayudará a poner en valor una zona verde para el uso lúdico y turístico”.
El director del proyecto, Emilio Real, ha explicado que para llevar a cabo este proyecto se hará una forestación de 126 hectáreas, donde se plantarán unos 47.000 ejemplares de especies autóctonas, y se construirá una senda peatonal de 21 kilómetros. “El objetivo es crear una zona verde filtrante que contará con nuevas especies arbóreas, como el chopo blanco, el sauce blanco, el olmo y el fresno, y con nuevas especies arbustivas, como el lentisco, el cornejo, el taraje y la adelfa”. Al mismo tiempo, Real ha destacado que, además de las plantaciones, el organismo seguirá eliminando las especies exóticas invasoras, como es la caña común o Arundo donax, presentes en toda la zona.
El cinturón verde se vertebrará mediante una senda peatonal perimetral que “conectará el territorio y fomentará el uso recreativo”. La longitud total del camino alcanzará los 21 kilómetros, tendrá una anchura de alrededor de tres metros y rodeará la totalidad del embalse conectando los 10 municipios beneficiados por la actuación como son Bellús, Guadassèquies, Sempere, Benisuera, Alfarrasí, Montaverner, Otos, la Pobla del Duc, Quatretonda y Benigànim. Por otro lado, se van a adecuar los accesos y el entorno de seis zonas recreativas, con una extensión total de 11 hectáreas, para ponerlas a disposición de los municipios. Con ello se generarán espacios verdes cercanos a la ciudadanía con un alto beneficio social y divulgativo.
Actuaciones anteriores
Este anillo verde es la última de las actuaciones que se han planteado para mejorar las aguas del embalse de Bellús, pero ha habido otras.
Entre ellas la instalación de una torre multitoma que ha permitido “acabar con el problema de los malos olores”, un dron-barco que monitoriza el estado y la calidad del agua del embalse en tiempo real, el convenio firmado con ADIF para solucionar el problema de estabilidad de la vía ferroviaria, y las actuaciones previstas aguas arriba del embalse: los nuevos colectores en Ontinyent y l'Olleria, la construcción de un tanque de tormentas en Benigànim y la ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Alfarrasí. “Hablamos de actuaciones, muchas de ellas ya en ejecución, que suman una inversión de alrededor de 25 millones de euros”, ha comentado García.
También ha hecho referencia a la posibilidad de realizar un despesque selectivo, en el que solo se retirarán especies invasoras, este mismo verano. “Al problema de eutrofización que tiene el embalse, debido a la contaminación y a la elevada biomasa piscícola, se le suma la situación de sequía, que ha dejado el volumen embalsado bajo mínimos. Por tanto, si queremos garantizar la calidad del agua y evitar una elevada mortandad de peces por anoxia, debemos ejecutar el despesque”, ha subrayado.