Pese a que los excesos en viajes y las compras bajo sospecha protagonizaron el mandato de Consuelo Císcar al frente del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), los desmanes producidos en los 'Cuadernos del IVAM' no se quedaron lejos. De los 20 que de editaron, 19 los realizó Unidad Editorial, empresa editora de El Mundo, que se embolsó 2,3 millones de euros. La contratación injustificada, los pagos dobles y su aprobación pese a los informes desfavorables fueron las irregularidades que rodearon estas publicaciones.
Pero el último número, que editó la empresa Dixi Press SL -en lugar de Unidad Editorial-, tampoco se libra de la polémica. Según la documentación a la que ha accedido eldiario.es, Juan Carlos Lledó (responsable de finanzas y administración del IVAM e imputado en la investigación judicial sobre la gestión de Ciscar) maniobró para endosar los 90.000 euros que costó el último cuaderno a la financiera Gedesco. ¿El objetivo? Facilitar el cobro cuando de los 59.500 ejemplares de tirada mínima solo se pudo acreditar que se hubieran difundido 35.900. De los otros 23.600 no hay constancia. Con ello, la tirada acreditada fue un 40% menos de lo acordado en el contrato.
La factura se conformó sin haberse realizado ni todo el suministro ni todos los servicios contratados. Y el traspaso del pago a la financiera también se efectuó sin que lo ordenarse el órgano competente. Aunque Lledó fue el encargado de endosar la factura, el coordinador de las publicaciones era Norberto Ibáñez, imputado también en la investigación. El otro responsable de la revista del IVAM era Rafael Sierra, colaborador cercano de Císcar y comisario y autor de textos en varias exposiciones. La mayor parte de los cuadernos fueron distribuidos a través de la publicación dirigida por Sierra Descubrir el arte.
La operación está salpicada de irregularidades. Según un certificado expedido por Dixi Press SL, se acredita que la producción de la revista se inició en 2013, cuando la adjudicación se realiza en abril de 2014. Es más, varios justificantes de distribución entregados por la empresa contratista acreditan que la revista se estaba distribuyendo un mes y medio antes de la adjudicación. Ésta se realizó sin concurrencia ni publicidad, ya que no hay constancia de que se haya solicitado presupuesto a otras empresas ni de que se haya desarrollado un proceso negociador, según el sumario del caso por la que está imputada Císcar.
Desde el equipo directivo de la exdirectora tampoco se controló que la empresa realizara los trabajos. No se presentó copia de los albaranes en la que constaran los ejemplares entregados al IVAM y a los quioscos, 2.000 y 24.000 según el contrato firmado entre la exdirectora y Dixi Press, respectivamente. Esa falta de documentación que acreditara los trabajos realizados se produjo también en los anteriores cuadernos que editó Unidad Editorial.